39 | Te elijo Parte 2

15K 1.3K 719
                                    

Ambos suspiramos tan lento, evitando hacer demasiado ruido, me aferro a su cuello notando el esfuerzo de sus caderas para ingresar del todo. Y una presión en mi pecho me entrecorta la respiración, solo era esa satisfacción de saber que le había elegido, que había elegido al hombre que controlaba mis sentidos, mis deseos, todo...

—Alice —mis ojos se cierran al sentirlo completamente dentro mientras gime mi nombre—. Alice... ¿qué demonios me hiciste? —gruñe con esa ultima frase.

Sus caderas no se detienen, y al notar que abría mi boca para gemir en voz alta, coloca su mano sobre ella, callándome, en un principio intentaba no ser tan duro, pero sabía que necesitaba mucho más que eso, sus movimientos aumentaron, su ritmo, la fuerza de sus estocadas me enloquecía.

Deja mis manos libres y las llevo a su espalda dejando marcas de mis uñas en ella, muerde mi hombro perdiéndose en el momento, su boca regresa su atención a mi cuello succionando mi piel, continua con mi clavícula y mis pechos, más que nada mis pechos, era la parte que más le gustaba de todo mi cuerpo. Sin duda esto dejara claras marcas el día de mañana.

Su pecho se siente demasiado caliente, me ahoga todo el calor que ambos desprendemos, justo ahora solo somos dos personas que se había deseado durante un largo tiempo, que después de tantos problemas encontraron una sabia solución, solo éramos él y yo disfrutando de un momento tan íntimo.

—Sigue así, por favor, sigue así —suplico tan agitada—. Me encantas —confieso.

—Vamos, bésame, quiero que lo hagas —exige y sigo sus órdenes.

Muerde mi labio con fuerza y me excito de sobre manera al sentir ese dolor y al verle recogiendo con su lengua la pequeña gota de sangre que quedo de mi labio. Amasa mis pechos sin piedad, y el dolor que esto me genera solo era un poco de lo mucho que necesitaba. Su boca regresa toda su atención a mis pechos, mordisquean mis pezones y un impacto tan fuerte de su pene en mi interior mi obliga a soltar un grito.

—¡A-Ahhhh! No pares, no pares.

El ritmo que había tomado era más que perfecto, sentía que poco a poco me acercaba a la cima, pero entonces noto algo extraño en su rostro, algo de incomodidad, o dolor. Intenta no detenerse, pero es claro lo que pasa.

—¿Qué ocurre? —pregunto apenas logro hacer que se detenga—. ¿Es tu hombro? —tal vez justo ahora esta posición no era lo más conveniente para ambos, había quedado secuelas del disparo que recibió por mí. Asiente aun algo incomodo por haberlo obligado a detenerse—. Me encargaré yo, ¿de acuerdo?

Le indico como quería colocarlo en la cama, me sigue y me observa más que fascinado al verme dar la iniciativa, le encantaba que hiciera eso, le encantaba que a pesar de diversas circunstancias no quería que esto terminara así. ¿Por qué demonios quisiera que esto termine?

Apoya su espalda en la cabecera de la cama y espera muy paciente que me ubique sobre sus piernas, empuño su miembro y bajo lentamente hasta abarcarlo del todo. Mientras hago todo mi esfuerzo para mantenerme lucida, a pesar de que mis piernas no dejaran de temblar, sus manos toman mi trasero para ser él quien continuara dominando los movimientos. Me azota un par de veces, dejándome lo suficientemente nerviosa para continuar.

Mis nalgas arden, claramente tiene la intención de marcar sus manos sobre ellas. Me encantaba esta posición, más aún quería disfrutarla esta noche con él, mi desesperación, los latidos de mi corazón aumentan, y mis caderas se mueven de adelante hacia atrás, lo hago gemir más alto y vuelvo a besarlo. Algo sentía crecer dentro de mí, no quería alejarme de él, no podía respirar. Demonios, me siento sobre estimulada.

—Alice... —gime otra vez mi nombre—, tú, tienes el poder de hacer lo que nadie puede... —lo miro tan incrédula buscando una respuesta en su mirada, mis ojos se llenaban de lágrimas que por más que lo deseará ya se encontraban corriendo por mis mejillas. ¿Así se sentía de lo que mucho unas amigas me hablaban? Esto era lo que realmente se sentía al disfrutar del sexo, solo pensaba en correrme y hacerlo correrse también—. Acabar conmigo.

PUNISHMENT › Knj ❛+18❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora