PUNISHMENT › Knj ❛+18❜

43 | Todos los "Te amo"

Semanas atrás
Esa noche
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Entre sus piernas con sus brazos envolviéndome con mucha calma, besando mi hombro mi cuello una y otra vez, sus manos masajeando mis pechos resbaladizos por el agua, y la temperatura de su pecho tan agradable era todo lo que me impedía moverme de la bañera. No quiero que esta noche termine.

Poco a poco sus dedos recorren mi abdomen hasta sumergirse bajo el agua llegando a mi intimidad, involuntariamente mis piernas se abren para darle acceso completo, un par de dígitos son los que abren mis pliegues muy pacientes para iniciar masajes tan suaves sobre mi clítoris. Yo solo puedo tomar su brazo, sujetarme con más fuerza para evitar que me resbale de su pecho.

—¿Tienes alguna idea de lo mucho que me encantas? —me susurra al oído esa pregunta y todo mi cuerpo se siente vibrar—. Cada minuto del día solo puedo pensar en ti, dormir a tu lado, besarte, abrazarte... —sus brazos reafirman su agarra y su boca succiona una zona de mi cuello.

Los movimientos de sus dedos van en aumento, tiro mi cabeza hacia atrás y jadeo de placer, me encanta las atenciones que tiene conmigo.

—S-Solo sé... —intento responder— que yo tampoco puedo sacarte de mi cabeza. Te amo.

Noto su miembro tan duro golpeando mi espalda baja y me restriego ligeramente, los movimientos de mi cuerpo siguen siendo involuntarios una consecuencia extra de toda la estimulación que sus dedos me genera. Muerdo mi labio inferior al sentir dos de sus dedos entrando en mi vagina, moviéndose demasiado rápido, más del que mi pobre cuerpo tolera.

—Nam.... —me encantaría decirle que continuara, no falta mucho para venirme, pero mi voz se entrecorta a cada segundo—. N-No... pares...

—¿Qué dices mi amor? Es que no puedo escucharte —el mete-saca de sus dedos contina su labor y mi espalda comienza a arquease sintiendo el momento perfecto para llegar, pero entonces tan egoísta, tan cruel de su parte se detiene dejándome tan confundida y necesitada—. Mi pene es el que te hará llegar, hermosa, no puedo esperar para cogerte, salgamos ya de aquí.

*****

La humedad de su mano y la de mi trasero hace que sienta mucho más fuerte las nalgadas que me da, me había dejado en el borde de la cama con las manos apoyadas en el colchón y mi pierna en el suelo apenas logrando mantenerme en pie.

—¿Papi debería castigarte? —pregunta mientras sus dedos me acarician con parsimonia—. Te has portado muy mal, ¿verdad? No has seguido los consejos para escoger tu vestido, y aun no entiendes que yo soy el que siempre dominará en la cama. Papi debe enseñarte modales. No hablar sin que te lo ordene, no moverte si no te lo pido, y esperar a que papi haga realidad tus deseos. ¿Debería castigarte? Habla —su voz tan grave me hace sentir tan pequeña y tímidamente asiento.

Otra nalgada, y mis brazos son los que ejercen más fuerza para evitar que cayera sobre la cama, una corriente eléctrica, tan cargada de placer, excitación recorre mi cuerpo, y solo intento controlar mi respiración.

Dos más y dejo escapar un gritito, sus manos sujetan mi cadera golpeando su pelvis mucho más contra mí. Lo necesito demasiado.

—Vamos, resiste un poco más, tu castigo debe finalizar para recibir un poco de mí —me relamo los labios muy ansiosa y cuando el ultimo y certero golpe cae sobre la piel delgada de mi trasero mis piernas se olvidan de mantenerme en pie.

Por suerte él me sujeta con un de sus brazos para levantar y hacerme girar, le veo sonreír tan satisfecho del ejercicio que apenas pude terminar, me besa por unos largos segundos, y como una niña guía mis brazos sobre su cuello y toma mis piernas hasta elevarme haciendo que rodeara su cintura.