Back Home // Eddie Munson

5

– ¿Alguna vez te has sentido culpable por empezar a... a querer a alguien? —Preguntó Merliah mientras su sonrisa desaparecía lentamente.

Aquella pregunta hizo que el corazón de Eddie diese un vuelco. ¿Acaso ella estaba desarrollando sentimientos hacia el?

Porque sin duda, Eddie si había desarrollado aquel sentimiento hacia la rubia. Era algo que había sentido la primera vez que la vio corriendo por los pasillos del instituto. Cuando la expulsaron de clase de Álgebra porque se quedó dormida. Cuando cerró su taquilla cogiendo sus dedos ganándose una visita a la enfermería.... Sin duda Eddie no había despegado sus ojos de Liah en todos esos años pero nunca lo había pensando de aquella manera, simplemente siempre le había parecido algo más llamativa que el resto de personas de todo Hawkins.

– Supongo que es difícil querer a alguien con tu corazón sigue ocupado.

Sin motivo alguno aparente. Liah comenzó a reírse mientras andaba por el lugar. Su cabeza estaba explotando en aquel momento. Dentro de esta estaba escuchando voces del pasado que le hacían creer que aquello que estaba sintiendo estaba mal, demasiado mal.

– Creo que no tendría que haber sido yo quien se quedase aquí contigo. —La rubia le señaló riéndose.— ¡Mírate! ¡Eres perfectamente mi tipo! Y esos cabrones lo sabían... sabían que dependo emocionalmente de las personas y aquí estoy. Haciendo de niñera para que no te pase nada.

– ¿Estás diciendo que te arrepientes de estar aquí conmigo?

Liah miró a Eddie. Esta había comenzando a llorar. Le era muy difícil controlar todas y cada una de las emociones que poseía, apenas las entendía y no sabía porque reaccionaba así.

Verla llorar hizo que la respuesta a su pregunta fuese un si. Y no entendía aquello, hacia unos segundos estaban riéndose. Declarándose su amor de manera indirecta... y ahora salía con aquellas palabras.

– Necesito fumar. —Liah rebuscó entre sus cosas esperando encontrar lo que buscaba pero recordó que había dejado aquella adición. Enfadada tiro su chaqueta y deslizándose por la pared, acabo escondiendo su cabeza entre sus rodillas llorando.

Con cautela, Eddie se acercó a la chica y se agachó a su altura. Su mano se posó en la cabeza de esta y comenzó a dejarle un pequeño masaje intentando tranquilizar el llanto que estaba incluso haciendo hipar a la contraria.

– Eddie no quiero dejarte solo... pero necesito volver a casa... Perdón. —Sollozó la rubia.

– Bien, no pasa nada... lo entiendo Liah. No me pidas perdón, tu salud mental es más importante.

Sacó su cabeza de entre las piernas y observó a Eddie. Su rostro era distinto al sonriente que había visto aquella mañana y sabía que todo era su culpa... Estiró sus brazos hacia el esperando que le correspondiera aquel abrazo y este no dudó un segundo.

– ¿Podemos acurrucarnos un rato y luego me voy?

Eddie asintió cargando a la fémina y llevándola hasta la "cama". Con suavidad la tumbó y se acostó junto a ella. Liah apoyó la cabeza sobre su pecho escuchando las palpitaciones de su corazón. Eran lentas y relajadas.

Agarró la mano contraria y la llevó hasta su propio pecho haciendo que Eddie pudiera sentir también sus pulsaciones. Su corazón latía de manera acompasada con la del metalero y bajo aquel ruido que sus corazones hacían, ambos acabaron quedándose dormidos.

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Liah seguía dormida cuando escuchó como Eddie se movía por el lugar. Iba a preguntar que qué hora era pero ver lo alterado que hablaba por el walkie hizo que reaccionara rápidamente.