NO WORDS [Steve Harrington x tu]

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— Mierda, mierda, mierda — maldecía para sí misma la de pelo ____ mientras buscaba algo decente en su armario de pobre — ¡Si! — exclamó al encontrar unos jeans y un top negro de manga corta con estampado a rayas blancas.

Se vistió y colocó su copia de converse negras con algo de dificultad pues casi caía al suelo.
Fue al baño y se peinó. Prefirió dejar su cabello suelto. Cero maquillaje, no le iba a dar tiempo y tampoco es que tuviera mucho a su disposición.

Cuando regresó a su habitación, recogió todo lo que había lanzado por todo el lugar y tendió las sábanas de su cama.
Había acordado con Steve de tener la cita en su casa. Quizás ver una película o algo parecido.
______ no tenía dinero suficiente para una cena o el cine, tenía que ahorrar por si necesitaba el dinero para algo más importante y había discutido con Steve por teléfono porque no quería que el chico lo pagara todo.

Una vez su habitación estuvo recogida, suspiró aliviada.
Estaba sola en la casa. Su madre se había ido con sus amigas a cenar y Dustin estaba en casa de los Wheeler en una noche de D&D aprovechando que Eddie se estaba quedando en aquel sótano entre que la gente se calmaba respecto a sus acusaciones.
Los Byers estaban de vuelta y también se encontraban en aquella casa. Con lo cual, Steve y ____ eran los únicos que quedaban fuera.

La joven se sentó en el sofá de su salón, viendo dibujos animados en la televisión antes de que el timbre sonara y tuviera que levantarse rápidamente y casi tropezando con la alfombra de lo nerviosa que estaba.
Iba a tener una cita con el mismísimo antiguo Rey del instituto Hawkins, Steve Harrington. Nunca se habría imaginado algo así.

Antes de abrir la puerta paró en seco y comprobó que su atuendo y pelo estuvieran bien. Una vez todo estuvo en orden, abrió, encontrando al castaño con su característico peinado, su jersey amarillo, jeans azules algo holgados y sus tenis blancas.

Ambos sonrieron al verse. _____ se mordió el labio inferior, nerviosa. Podía sentir como sus rodillas comenzaban a flaquear.

— Hola — saludó el joven devolviendo a la chica a la realidad dejándolo pasar al interior de la casa.

— ¿T.te apetece...ver una película?

Aún no se acostumbraba al hecho de poder hablarle con naturalidad y se notaba a quilómetros su nerviosismo.

— ¿Cual es tu habitación? — preguntó el castaño asomándose por el pasillo.

____ enrojeció en sobremanera — ¡Steve! — se quejó y el chico pareció darse cuenta de lo que dijo y también se sonrojó un poco.

— Perdón, no me refería a eso — se apuró a decir mientras se rascaba la nuca avergonzado — Aún es muy pronto para eso.

La chica se habría sonrojado más si eso hubiera sido posible ante la idea de que lo acabarían haciendo algún día.