— ¡___, vamos a desayunar! — llamó una mujer de cabello rubio y rizado mientras echaba pienso para gatos en el cuenco de su mascota.
La mencionada salió de su habitación aún con el pijama puesto, sus cabellos alborotados y una cara somnolienta.
— ¿Hace cuánto que te has levantado, cielo? — preguntó con un tono divertido la señora recibiendo una sonrisa cansada y sarcástica de su hija mayor — Ya lo hemos hablado. De no ser porque yo te despierto te levantarías a la una de la tarde y te perderías la comida más importante del día — le explicó por milésima vez mientras se sentaba en la mesa con el desayuno ya servido.
— Pero mamá...estoy de vacaciones — rechistó cansada mientras se cruzaba de brazos.
— Deja de quejarte y dile a tu hermano que vamos a comer.
— ¿Y por qué no le despiertas tu?
— Porque a diferenzia tuya — se escuchó junto al sonido de una puerta lejana abriéndose — yo zi que me levanto a mi hora — comentó todo orgulloso el joven rubio mientras se dirigía a la mesa para acompañar a su madre.
A diferencia de su hermana, él ya estaba listo para irse a cualquier parte ya que iba vestido y con energía.
La de cabellos ___, resentida, caminó cual zombie hasta su asiento — Llegaste ayer del campamento y ya me tienes harta — refunfuñó con la boca llena llevándose una mirada de su progenitora tanto por sus palabras como por su mala educación al comer.
El de gorra acabó rápidamente su comida matutina ignorando las palabras de su hermana, se levantó, fue a su habitación y salió con la mochila en dirección a la entrada.
— Quieto parado — detuvo la joven — ¿A dónde crees que vas? — preguntó ya con algo de mejor humor mientras se levantaba de su asiento pues ya había acabado su comida.
— Al zentro comerzial — respondió al parecer un poco apresurado.
— ¿Que se te ha perdido allí? — preguntó divertida mientras se acercaba a la cocina para fregar su plato y el del joven.
— Cozaz de mayorez — respondió con una sonrisa burlona haciendo refunfuñar a su hermana por el hecho de que ella siempre le respondía exactamente lo mismo cuando él le preguntaba algo.
Al ver que la de ojos __ se había enfadado por su respuesta, el rubio decidió huir de allí no sin antes despedirse con un grito de su madre.
— Ese niñato... — maldició por lo bajo la de pijama.
— Cielo — llamó su atención la amante de los gatos — estás de vacaciones y no te veo salir mucho — dijo mientras jugaba con sus dedos temiendo de que su hija se enfadara con ella — Ves al centro comercial...como tú hermano... y luego me cuentas qué tal están las tiendas — sugirió la mujer encogiéndose en su asiento.
La joven suspiró agotada pero sonrió y eso relajó a su madre.
Terminó de lavar los trastes y fue a su habitación para escoger un conjunto. Abrió su armario y su sonrisa se borró. No tenía mucha ropa de verano y lo peor era que era horrorosa. Necesitaba irse urgentemente de compras.
A ____ le gustaba mucho la moda, de hecho, su sueño era ser diseñadora pero su familia ya tenía bastante dinero para gastar entre cosas para el felino y la hipoteca de la casa en general. Así que no podía pedirle mucho a su madre. Sin embargo, la mujer, con una gran sonrisa le tendió a su hija unos cuantos dólares antes de salir de la casa y esta le agradeció con un fuerte abrazo.Salió de su hogar y con solo caminar unos pasos recordó algo muy importante así que regresó y agarró su pequeño bolso que contenía una pequeña libreta y un lápiz para al fin poner rumbo al centro comercial.
Algo que su pereza y la falta de dinero le fastidiaba era no tener transporte. Antes tenía una bicicleta pero, sorpresa, Dustin la heredó y ahora la joven tenía que ir a todas partes caminando. Al principio pensó que sería divertido y que podría aprovechar y hacer deporte haciendo marcha rápida, pero con el tiempo fue aborreciendo la idea.
Cuando llegó al centro comercial se asombró de ver a tanta gente reunida pero luego se le pasó al recordar que era un edificio de entretenimiento nuevo y eso llamaba la atención de todos.
Y a pesar de haberse inaugurado a principios de verano, la de pelo ___ no tuvo los santos ovarios de ir porque tampoco es que tuviera a alguien con quien pasar el rato allí. Su única amiga trabajaba allí pero no quiso ir a molestarla. Ese día, era una excepción. Pero primero iría a por ropa y a investigar que tiendas habían.Al entrar, lo primero que vió, a demás de a muchísima gente, fue una fuente rodeada de asientos, y detrás, dos grandes escaleras mecánicas. La joven estaba más que asombrada. Había mucho color, muchas tiendas, muchas caras felices y olor a comida. Era maravilloso y la joven no sabía por donde empezar a mirar tiendas.
A cada establecimiento de comida por el que pasaba se paraba un segundo a oler las delicias que se preparaban desde las cocinas y por cada tienda de ropa por la que pasaba no podía evitar sentir como si le clavaran una estaca en el corazón por lo caras que eran algunas prendas.
Su madre no le había dado mucho dinero pero si pudo comprarse alguna que otra pieza de vestuario que usaría muy a menudo de lo preciosas que eran.Se encontraba en la planta baja contando el dinero que le quedaba y observó una heladería que quiso dejar como último sitio a propósito. Entró y sus ojos degustaron la maravillosa decoración de temática marinera del lugar. Su boca formaba una gran sonrisa y por poco chocaba con algunos clientes.
Divisó el mostrador y su sonrisa se esfumó.— ¡Ahoy, marineras! — saludaba un joven de cabello castaño y ojos marrones con traje de marinero ridículamente a un grupo de chicas.
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NO WORDS [Steve Harrington x tu]
Fanfic____ Henderson es una caja de sorpresas. Nunca he oído palabra alguna salir de su boca. Dustin dice que no es muda pero no lo tengo tan claro. Esta historia está basada en toda la serie de stranger things. Osea incluye las temporadas 1, 2, 3 y 4 per...