He pasado mayor parte de mi vida enamorada de la soledad, no, no enamorada... Me han impuesto la soledad. Largas noches de vela imaginando qué habrá más allá de la ventana, o si valía la pena saltar de ella.
Amaba las historias en la pequeña TV, por...
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No puedo controlarlo Este camino de fuego se está propagando demasiado rápido
No me detengas Para que este amor se pueda quemar esta noche
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Blackpink – Playing with Fire
"La pregunta que a veces me abruma; ¿Estoy o están los demás locos?" Albert Einstein – cito la frase que ya conocía de memoria. Nunca me cansaba de ver la serie, aunque solo repitieran las primeras tres temporadas. Mis padres me habían prohibido verla, y eso hacía este momento aún mejor. Que ellos no estuvieran aquí. Sin embargo, me pregunto si realmente sería la serie ideal para ver en este lugar.
Pero a veces la pregunta que me abruma; ¿Es realmente mejor?... Que ellos no estén
- Sí, lo es – Me respondo con tono duro tomando al muñeco algo desgastado entre mis manos y comenzando un baile con él por toda la habitación.
'' ¿Estoy loca o es el mundo que realmente lo está?'' Me cuestiono para mis adentros repetidamente viendo la negrura de la televisión apagada.
09:20
Era la hora en la que debía apagar todo. Así eran mis días despertar cuestionarme la vida, comer, jugar, comer, volver a dormir, pero deseaba que hoy fuera diferente - ¿Qué debería hacer ahora? – Canturreo acercándome a la ventana que a mis treces me quedaba tan alta y ahora era fácil alcanzarla con mi rodilla, solo con alzarla un poqui...to. - ¿Debería? – contemplo la vista más allá de tres pies de altura, el pasto verde que se veía más azulado comparado con la mañana, el patio amplio que conectaba con el bosque, la carretera que era prácticamente imposible de ver desde mi distancia deseaba tocar todo eso, mi rodilla ya se encontraba en la orilla de la ventana, observando detalladamente todo debajo de mí, analizando que tan doloroso seria si decidiera - ¿Saltar?
''ni lo pienses, regresa a la cama Idest'' otra razón del porqué me cuestionaba a diario mi sanidad, la voz de mis pensamientos, he querido preguntar si es normal, me cuestiono diario si lo es, pero con solo soltar la pregunta me encerrarían. Su advertencia por poco la paso por alto quería revelarme, dejar de escuchar incluso mis pensamientos, dejar de escuchar el mundo en que me vi obligada a vivir. Pero aún con la indecisión en mi cabeza sobre seguir con vida o no, algo dentro de mi me decía que allá fuera hay maravillas esperando por mí.
