He pasado mayor parte de mi vida enamorada de la soledad, no, no enamorada... Me han impuesto la soledad. Largas noches de vela imaginando qué habrá más allá de la ventana, o si valía la pena saltar de ella.
Amaba las historias en la pequeña TV, por...
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Si solamente tuviera un día
Quiero tranquilamente quedarme dormido intoxicado por tu dulce aroma
Si hay una oportunidad en mi ocupado horario
Quiero poner mi cuerpo en tus cálidos y dulces ojos
Me gusta eso, tu largo, lacio pelo
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BTS – Just one Day
Suspiro observando mi reflejo en la ventana, mis labios estaban algo rojizos de tanto morderlos y mi mente no dejaba ir el recuerdo de cómo se sentían los labios extranjeros de Kit en los míos, como si su beso fuese un tatuaje, una bala a quemarropa en mis sentidos.
- Oh, Kit – Laggo entra a la cocina saludando y mi cuerpo se pone en alerta rápidamente, casi dejando caer la tasa en mi mano me giro encontrándome con la sonrisa burlona de Laggo.
- Eres tan odioso.
- ¿Por qué tan alerta? Como si fueras un pobre cervatillo.
Porque estoy esperando que justamente me ataquen, han pasado tres días desde el beso y mi dinámica con el susodicho se ha vuelto algo extraña, no nos evitamos, bueno, cuando no puedo hacerlo no lo evito, pero si está en mis manos, evito su cercanía a toda costa, solo porque la estúpida yo, no puede dejar de observar sus labios ni un segundo.
Su trato se había vuelto mas delicado a mi alrededor, sorprendiendo a todos en la casa, a todos, aunque su cambio de actitud solo iba dirigido a mí e inevitablemente me sentía especial, hasta el punto de que me emocionaba verlo llegar a mi lado.
Sus dedos me tocaban cuando tenia oportunidad y sus ojos se posaban en los míos cuando fingía no observarlo de vuelta y este cambio de comportamiento solo ha generado burlas de parte de Laggo, solo a mi persona, pues Kit juró hacer que se cortara los dedos si osaba siquiera a mencionarlo.
