A Merced De Todo [Spiderman Yaoi Fanfiction]

24》 Retorno

26/1/23: comunicado en el perfil por la inactividad.

Peter prefirió dejar a Harry descansar, y quizá de ese modo lo mantendría alejado de lo que fuera que pudiese venir a continuación. Su estómago literalmente estaba demasiado frágil como para lidiar con más males.

La cuestión ahora era qué hacer. No pensó llegar a tal punto, todas las ideas que aparecían en su mente eran inaceptables. El soborno de Norman respecto a su futuro y sobrevalorar la supuesta ayuda que Norman necesitaba.

¿Qué tenía que hacer? ¿Llamar a la policía? Era una idea tan tentadora como espantosa. Era su palabra contra la de Norman, porque ya se imaginaba que Harry no colaboraría con ello, y terminaría insistiendo en que su estadía ahí se debía únicamente por sus propias acciones. Además, en caso de llamar, Peter no sería el único al que le ofrecerían un soborno.

La impotencia, la inseguridad influyeron en sus gestos y frunció la cara para no llorar de nuevo. Quería parar un segundo, tranquilizarse y pensar con claridad sin ver cómo el tiempo sigue avanzando sin poder oponerse.

Pero podía permitirse un descanso, si. La estadía en ese hospital costaba un sueldo mínimo la noche, costo muy elevado como para no tener una máquina de comestibles a disposición cada dos esquinas.
Había pocas personas en la sala de espera.
Tomó una barra de chocolate de las grandes, se sentó lo más alejado posible de cualquier persona. No se arrepintió. El dulce derretimiento en su boca lo hizo suspirar. Cerró los ojos para dar otro bocado, luego otro. En ese momento reconoció la forma en la que se venía privando de las golosinas. Su estómago también estaba muy frágil por la vorágine de emociones en las últimas semanas.

Tuvo que comprar una botella de agua también porque el dulce ya le lijaba la garganta.

---¡¿Es que eres estúpido?!

Peter tenía una conversación en considerable voz alta que se asentó diez metros a su izquierda, cerca de uno de los pasillos. Ya era demasiado bueno para él disfrutar poco menos de diez minutos sin que las preocupaciones taladraran sus sesos.

---En serio, hay espacio disponible en la sala de emergencias. ¿Qué te enoja sobre la camilla número veintidós?---replicó uno de los enfermeros en la discusión.

---Tú eres el que me enoja. La veintidós ya estaba ocupada. ¡¿Qué no estabas ahí cuando recogieron al chico inconsciente en uno de los baños?

---Eso no...bueno, yo---el enfermero no tenía más defensas para reforzar sobre el tema---Pensé que era otra camilla.

---Ya está, olvídalo. ¿Viste cómo estaba?---planteó el jefe de los enfermeros, luego de técnicamente insinuar que lo olvidara---Parecía dormido, pero reaccionaba vagamente. Así que o terminó pasando a la otra vida o se fugó y no tenemos registro de quién es. Te pido que vayas moviendo los glúteos, ya que tanto los ejercitas en lugar de venir a la guardia.

---Si, señor.

Peter se cuestionó qué tan seguido era que hubiese ese tipo de conversaciones en los hospitales. Por un lado el descuido y por otro la forma de hablarlo.

Metió toda la barra de chocolate en su boca por el impulso nervioso. Para él solo había un muchacho que se había desmayado en el baño recientemente.

Dirigió su cuerpo a la esquina del pasillo en el que estaban los enfermeros. Beber agua le ayudó a aclararse la garganta, porque no le sería fácil lo que pudiera venir a continuación.

---Yo lo conozco. Tenemos que encontrarlo rápido, no está bien de la cabeza justo ahora.

Los enfermeros se extrañaron de la intromisión del chico.