A Merced De Todo [Spiderman Yaoi Fanfiction]

22》 Desprecio

Lo último que Parker quería imaginar era que estaba interrumpiendo una escena cuestionable entre los Osborn. A la distancia se veía a Norman besando la frente del menor, pero fue breve, reemplazando sus labios por la mano pocos segundos después. Debía estar tomándole la temperatura.

No creyó ver a Norman haciendo eso nunca, previamente demostró ser de los que sentían el calor de otras maneras. Además, entendió que mostrar tal afecto solo podía deberse a un susto realmente considerable.

Le extrañó que no se percataran al instante de su presencia, aún así es cierto que Peter trató de ser lo más silencioso posible para que Sam, si es que lo estaba persiguiendo, no siguiese rastro alguno de sonido.
Pero en cuanto el mayor de los Osborn se percató, volvió a establecer la distancia habitual con Harry.

---Peter---pronunció el hombre luego de meditar qué palabras dejar salir---No esperaba verte en este lugar.

---Hola---saludó Harry bajando y subiendo sucesivamente la mirada, rascando levemente una de sus ojeras.

Puede que se haya esperado lo peor. No encontró al otro chico extendido en la cama, conectado a un aparato, a punto de fallecer. Estaba sentado, tenía puesto un camisón y respiraba sin problemas.

Peter apenas pudo alzar la mano para formular el gesto de saludo en respuesta, mientras Norman se dirigía hacia la puerta detrás de él. Peter no lo odiaba, simplemente no le inspiraba confianza; especialmente en los últimos días. Por ello agradeció que, luego de tocarle el hombro, se retirara de la habitación sin agregar palabra para que los amigos pudieran hablar. No obstante, Parker no sabía cómo empezar dicho proceso.

La situación previa en el baño lo había puesto ansioso. Evitó momentáneamente el contacto visual debido a que aún tenía los ojos algo irritados, y a que se encontraba algo enrojecido.

---Dime que no estuviste llorando por mí---mencionó Harry en un tono tranquilo e irónico a la vez.

Peter le gritó por lo bajo, ahogándose, quería reprocharle todos sus malestares. Las ideas dentro de su cabeza taladraban, planteando que si él no iba a poder manejar las cosas no debió haberle dado esa medicación en primer lugar. No predijo que se haría daño con el recurso que le otorgó para ayudarle.

---Eso fue realmente estúpido. ¿Si no te matabas, sabes qué daños irreparables te hubiese dejado?

---Lo hubieras visto. Nunca estuvo tan cerca de llorar.

---¿Acaso te pone contento?

---Peter, no recuerdo la última vez que estuvo feliz por mí, menos recuerdo cuando estuvo preocupado.

Peter se tragó sus palabras y cerró los ojos para sosegarse. No podía opinar sobre aquello, no debía.

---¿Qué crees que es más fuerte, el enojo o la decepción?---planteó Harry.

Ya sabía hacia dónde iba dirigido el discurso.

---Yo qué sé. Estoy acostumbrado a que se enfaden conmigo, y si, es pesado.

---Imagina que tu tía no pudiera ni verte a los ojos, que tuviera que ocuparse de otras cosas para no ocuparse de ti; y que eso fuera lo poco que supieras de ella. No hablo de ahora, hablo de siempre.

Parker no podía visualizarlo. Ser rechazado por su única familia era un pensamiento que rara vez se le cruzaba por la cabeza. May estaba en todo, y se unieron más desde que descubrió que el chico era el héroe de la ciudad.

¿Norman en serio era tan reservado? Su falta de demostración afectiva no tenía por qué ir de la mano con indiferencia y malas vibras; pero parecía relacionarse. En suma, sabía tan bien como Harry que el padre tenía sus preferencias; estaba más dispuesto a ayudar al amigo de la familia que a su propia descendencia. No podía negar que esa atención muchas veces le producía escalofríos, o cuanto menos pena por el menor de los Osborn.