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Jung Hoseok está en su mejor momento, quizá está comiendo menos de lo que debería, durmiendo poco y nada, viviendo con ansiedad permanente y con pesadillas en plena conciencia sobre lo que podía pasar en Chicago cuando la gente empezara a irse dejándolo solo en el escenario cuando lo escucharan cantar o tirándole tomates y limones.
Pero en general sí es su mejor momento porque era el primero en su grupo en sacar un álbum en solitario, tuvo una exitosa fiesta donde gente de la industria lo escuchó y había logrado unos cuantos récords a su propio nombre y ¿que sentido tiene hacer música si nadie la escucha? Quien dice que los números no importan, miente. A Hoseok le importa y si bien pudo hacerlo mejor también pudo hacerlo peor pero lo importante es que lo que sea que logró lo hizo con su propia música, tomando decisiones en todas las partes artísticas y eso nadie se lo puede quitar. Su nombre está inscrito en cada parte de su álbum y eso es un logro suyo y de nadie más. Es su motivo de orgullo.
Y lo más importante es que vive este momento con el apoyo de sus miembros, sus mejores amigos y el amor de su vida, Kim Taehyung.
Así que no tiene sentido alguno cuando dicho amor de su vida le dice, a las tres de la mañana (cuando ambos, especialmente Hoseok debería estar estar dormido porque a la mañana siguiente viajará a Estados Unidos, pero sigue ensayando una rutina que ya sabe de memoria porque no puede dejar nada al azar y tiene que salir todo perfecto) le dice "Entonces quizá deberíamos terminar, hyung"
