capitulo 48 T3 (El regreso de la Reyna del mal) parte 6 (parte final)

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Días habían pasado desde aquel fatídico destino. La madre, con la mirada llena de determinación, había forzado a las deidades a reconstruir Mixtar, exigiendo que devolvieran la vida a los ciudadanos que habían perecido a manos de estas entidades. Sin embargo, su propia hija seguía perdida, sumergiéndose en una angustia que se reflejaba en sus ojos.

Mientras se adentraba en la búsqueda desesperada de su hija, la duquesa Lilith se veía obligada a soportar las persistentes quejas de Liz y Lenart. Ambos clamaban por priorizar el rescate de Rin, lanzando sus exigencias como flechas afiladas. La tensión se espesaba con cada palabra.

Las quejas persistían hasta que Lilith, con una furia acumulada, interrumpió el tumulto con una voz firme y cortante.

- ¡Cállense de una vez! No puedo rescatar a Rin en este preciso instante.

- ¿Y por qué no? -inquirió Lenart, visiblemente alterado.La duquesa, con un tono que cortaba como un cuchillo, espetó:

- Escúchame bien, anciano. Conoce tu lugar y cuida tus palabras, o te enterraré aquí mismo. - El aire se volvió denso, impregnado de una atmósfera cargada de tensión. Lilith, ya enfadada, infundía terror con cada palabra.

Pero entonces, en un silencio repentino, Lilith dejó escapar un suspiro pesado. Miró a Liz y Lenart con ojos cansados y añadió:

- No pueden comprender la urgencia que enfrentó. Mi tiempo se acorta, me quedan de uno a cuatro días. Antes de rescatar a Rin, debo encontrar a mi hija. Solo ella puede heredar el control total de Rin.

Las palabras resonaron en el aire tenso, y Liz, aunque aún desconfiada, se aventuró a preguntar:

- ¿Por qué no buscas a Rin primero y luego a tu hija? ¿Por qué arriesgar la vida de todos por una sola?

Lilith la miró con ojos entrecerrados, como si estuviera evaluando la posibilidad de revelar un oscuro secreto.

- Como ya saben, Rin no es un ser normal en este mundo. Cada día que pasa, la ira de Rin crece. Si no actuamos con rapidez y precisión, todo lo que conocemos entrará en completa oscuridad después de mi muerte, Y como mi tiempo es limitado, debo encontrar a mi hija para que esta pueda evitar ese oscuro destino

La habitación quedó en silencio por un momento, cada palabra resonando como un eco de desesperación. Lenart, aunque aún molesto, comprendió la gravedad de la situación y preguntó con una voz más suave- ¿Y cómo podemos ayudarte?

Lilith suspiró, el peso de su carga visible en sus hombros, dijo con un tono bajo y cansado- Necesito que me ayuden a encontrar a mi hija. Sin ella, todo estará perdido.

- ¿Quién es el culpable de esto? Si lo encontramos, tal vez podamos evitar tu muerte.

- Hace tiempo, antes de que pensara en crear a Rin y antes de que Ruby naciera, me había enfrentado al rey del todo. Me contuve y tuve piedad de él en el último instante. Como resultado, el rey del todo selló el corazón de White Eternity y, para que el sello no se anule, este toma mi vida vital para mantenerse.

-Es por eso que debo de encontrar a Ruby antes de que muera, si no lo logramos Rin entrará en un estado de ira el cual se verá obligado a cazar al rey del todo para matarlo sin importar que pase. Y luego de que el rey muera él también morir para posteriormente volver a sus orígenes

Dos días habían transcurrido desde entonces, y con cada segundo, los ojos de Lilith se veían más apagados y fatigados. Una noche, Lilith tuvo un sueño peculiar: unos caballeros negros bien armados arrodillados frente a Rin, cuya mirada reflejaba ira y rencor, mientras una intensa aura asesina emanaba de él.

Al mover la cabeza, Rin la miró, y Lilith despertó sobresaltada al sentir una cuchilla de materia oscura clavada en su corazón. La cuchilla rompió un sello, restaurando su vitalidad. Confundida, Lilith se vistió y salió del cuarto, notando el retorno de su vitalidad y energía, así como la inmunidad a la magia del Rey del Todo.

-Rin me hizo inmune a la magia del Rey del Todo, pero ¿cómo lo logró siendo tan débil ante su magia?- se preguntó Lilith. Consideró la posibilidad de que no fuera Rin en sí, sino que la magia actuará en beneficio de él-Esto me beneficia por completo. Ahora solo falta que comience la caza-

Tras compartir la noticia con los demás, Lilith movilizó las fuerzas de Mixtar, exterminando durante meses reinos humanos y de otras razas aliadas al equilibrio oscuro. Sin detenerse, ideó un plan macabro y dirigió sus fuerzas hacia el purgatorio, ordenando el exterminio de la raza demoníaca.

Bajo el manto de la noche, Lilith lideró a sus fuerzas hacia el purgatorio, donde la oscuridad se intensifica con cada paso. Los demonios, sorprendidos por el ataque inesperado, lucharon con ferocidad, pero la inmunidad de Lilith a la magia del Rey del Todo le otorgaba una ventaja devastadora.

Los cielos retumbaron con estruendos mientras Lilith avanzaba implacablemente. La noticia de su inmunidad se propagó entre los demonios, sembrando el pánico. Sin embargo, Lilith no se detuvo, guiada por una sed de venganza que oscurecía incluso la más densa sombra.

En su búsqueda de dominio, Lilith desató un caos despiadado, dejando tras de sí una estela de destrucción. Las alianzas se rompieron, y el purgatorio se sumió en un conflicto sin precedentes. La raza demoníaca, enfrentando su aniquilación, se unió para resistir, pero la furia de Lilith era imparable.

La batalla alcanzó su punto álgido cuando Lilith, rodeada de enemigos, desató un hechizo oscuro que consumió todo a su paso. El purgatorio tembló ante el poder desatado de Lilith, y la raza demoníaca se desvaneció en la oscuridad.

Con el purgatorio sometido, Lilith regresó a Mixtar, ahora una figura temida y adorada. Sin embargo, la pregunta persistía en su mente.¿Qué oscuro pacto había firmado el equilibrio oscuro para tener a los demonios a su lado? Y más importante ¿Dónde estaba su hijo?

En el caos del desmoronamiento del equilibrio oscuro, sus planes frustrados resonaban en gritos de odio. Furioso, se enfrentó al espejo, donde la sonrisa engreída y malévola de Lilith reflejaba su éxito.

-Maldita bruja, supongo que matar a su madre ahora es imposible. ¿Qué diablos puedo hacer?- espetó con rabia.

-Si no mal recuerdo, el Rey del Todo la detestaba. Me las arreglaré para controlarlo y así eliminar a dos enemigos de un solo golpe- habló con determinación antes de desvanecerse en el tejido del tiempo.

Al llegar, se encontró con un paisaje en blanco y vacío, desconcertado, preguntó- ¿Qué pasó aquí? Recuerdo que esto estaba lleno de vida. ¿Te aburriste de las vidas comunes, Rey del Todo?- Su voz cargada de desprecio.

-¿Qué haces aquí?- inquirió el anciano con una mirada seria.

-Estoy aquí para unir o contra el inútil cazador negro- espetó desafiante.

-¿Quieres que me una a ti para después morir por el filo de ese mocoso? ¿Estás loco?-replicó el Rey del Todo con sarcasmo.

-¿Le tienes miedo a un ser inferior, Rey del Todo?- preguntó burlándose.

-Rin Olimar, el cazador negro, el imperial de la oscuridad y próximo Lord oscuro. ¿Con esos títulos en su poder aún quieres ir tras él?- dijo el anciano con incredulidad.

-Escucha, anciano, Rin recibió el golpe del borrado y sobrevivió a él. ¿Sabes lo que significa? Él está débil y con la unión rota entre él y el manto, estará indefenso

-¿Qué garantía tengo después de matarlo? ¿Crees que la ira de la Reina del Mal dejará de crecer? Estás muy equivocado. Si vamos tras sus hijos ahora, ella nos matará personalmente-sentenció el Rey del Todo con cautela, anticipando las consecuencias.

-y una cosa más, ¿Por qué crees que me uniría a ti después de quitarme a mí hija?

-sabes que ella sigue viva, así que esa no es una excusa, ahora decida

El cazador negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora