capitulo 32 T2 (una sed insaciable) parte 2

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-¿Estás mejor, madre?

Ella no respondió, me miró con unos ojos casi sin brillo como si estuvieran apagados

Ahí lo supe. Ella no dudaría mucho más tiempo eso me daba miedo- Revisaré la zona-comente sin dejar notar la tristeza y el enojo

-Bien

Me fui de nuevo al bosque, horas después de solo lograr ver a animales asustados, lo vi. Era otro imperial

-¿De que será su autoridad?-pensé algo curioso. La miró bien puede ver cómo estaba meditando sobre un lago. más flotando sobre él, me acerqué con la espada en mis manos y una vez que estaba lo suficientemente cerca ataque. Lamentablemente mí ataque solo paso sobre él, como si su cuerpo estuviera hecho de agua

-Tus ataques no me afectan en nada imperial oscuro-balo con un tono bajo y agudo-ahora como mataste a uno de mis hermanos. Tendrás que morir en mis manos- sus ojos brillan con un azul intenso, de la nada el agua me agarra los pies y me hunde intentando ahogarme

Por más que intentaba nada no me lograba subir, lo malo es que ya me quedaba sin aire y eso era malo, después de un tiempo de seguir intentando nada pasaba. Todo siguió igual y lo único que cambiaba era la maldita expresión psicópata del imperial

-Ma-Maldición si esto sigue así moriré-pensé con algo de miedo. Luego sin pensarlo activo mis ojos rojos y en ello logre ver cómo el anillo que una vez invoque se manifestaba en el cielo

-¿Pero que?-luego de seguir resistiéndose a la muerte, veo como un aura toga salía disparada en dirección a mí madre

Con la madre de Rin

Estaba tendido en el suelo, ya sin poder moverme o sentir mí cuerpo. Savia que esté sería el fin y Rin no estaría feliz de ello

De pronto, me empiezo a ver a mí misma con una expresión malvada

-¡¿Estás contenta?! ¡Al fin obtendrás lo que querías! ¿No vas a responder o no puedes por lo débil que eres? -exclamó con furia, sus ojos brillando de ira- ¿Acaso te importa algo más que tu egoísmo?

-¿Rin morirá? -susurró, la tristeza y la desesperación se reflejaban claramente en su voz, una sombra de temor cruzando su rostro.

-No te preocupes. Yo iré a salvarlo, pero tú morirás aquí. Sola, como querías -esbozó una risa siniestra, sus labios curvándose  en una sonrisa malévola-. Si no hubieras cambiado tu forma de ser, esto no estaría pasando. Si no hubieras dejado vivo el Equilibrio cuando podías matarlo, Rin no estaría por morir. ¡Responde, Duquesa! ¿Estás satisfecha con este resultado? -sus palabras resonaron con un tono de triunfo mezclado con rencor

-No-No puedo dejar que esto pase-intenta susurrar

-Bien. En ese caso, volvamos a ser la misma imperial de sangre que sembró miedo en los más fuertes, la misma imperial que casi mata al rey del todo-sus ojos brillan para posteriormente unirse a ella. Volviendo a ser la misma imperial que antes y curando el cuerpo en el acto

En el esplendor del día, la Reina del mal se alza una vez más, y el cielo, en presagio de su retorno, tiñe el cielo de un ardiente rojo carmesí. A medida que el sol se eleva, su resplandor se intensifica y toma un color rojo intenso, los rayos  bañan la tierra, iluminando el mundo con una luz siniestra y poderosa. El universo entero parece rendirse ante la majestuosidad y oscuridad de su regreso.

En el momento trascendental donde el cielo mismo se arrodilla ante la magnificencia del resplandor, anunciando el regreso temible de la Reina, la tierra tiembla bajo la majestuosa presencia de la duquesa. Con una espada ancestral en sus manos, emana una fuerza que desafía los límites del tiempo y el espacio mientras camina con paso firme y decidido hacia Rin.

El cazador negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora