El profesor Mclovin, es el protagonista de los sueños húmedos, orgasmos, suspiros y pensamientos de todos los alumnos del instituto.
Un hombre cuyo físico retracta la viva imagen de un dios en su versión humana. Que entre todos sus alumnos, solo ha...
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—Te daré un castigo
Mi pulso se aceleró casi haciendo explotar a mi jodido corazón, junto con mi irregular respiración y mi cara de terror. Pues la siniestra sonrisa del profesor se ensancha tanto que me hace dudar de que clase de castigo voy a recibir.
El camina lentamente hacia mi pupitre, paso por paso bien calculado, con cada movimiento bien pensado, junto con el ambiente de suspenso y oscuridad. Ocasionan un éxtasis en mi, que trato de disimular perfectamente, aunque dudo si lo estoy haciendo bien.
El acelera el paso, quedando casi a unos metros de llegar a mi. Asustada me levanto de golpe y retrocedo varios pasos. ¡Este hombre me está asustando!
—¿A que clase de castigo se refiere? - tartamudeé
—Uno que no vas a olvidar - sonrió aún mas y se tiro hacia mi, pero rápidamente me quite y corrí por el salón con el detrás
—¡Oiga, viejo loco! ¿Que cree que hace? - grité aterrada
—¿Mas bien tu que haces? - lo mire desconcertada - ¿Estas intentando escapar? ¡Mira donde estamos! Dudo que quieras estar dando vueltas aquí - dijo
—Pues no, ¿pero que se supone que está haciendo? - dije
—Ya verás...- corrió hacia mi y yo también corrí lejos de el, pero en ese momento sentí como me jalaron de la blusa y me regresaron
—¡Aaaah, suélteme! - tome lo primero que vi, un vaso de agua en un pupitre, levanté la mano y se lo tiré en la cara. Aproveché que quito sus manos de mi para llevarlas a su cara, y me zafé de su agarre, corriendo la puerta, la intenté abrir, pero esta no cedía
—¡Maldito seguro! - me quejé y fui al escritorio a buscar las llaves, estaba tan concentrada buscándolas, cuando escuche una risa detrás de mi -¡Ay madres! - susurré y el puso sus manos en mis hombros y me giró de golpe. Solté un chillido.
—¿Creíste que con agua me ibas a detener? - sonrío - que tontita - se acercó e intente alejarme pero mi espalda chocó con el escritorio - ¿aww estas atrapada? Pobrecita - rió aún mas.
—¿Que quiere? - susurré
El me miro de arriba hacia abajo y se relamió los labios.
—¿Tu qué crees? - pego su rostro al mio y respiro mi piel - hueles tan bien...
>>¿Que está haciendo?<<
>>Hazte la loca, bien que sabes<< pensé
—Está muy cerca de mi...- dije
—¿Te molesta?... hace rato estabas muy cerca del rostro de ese rubio nuevo - dijo entre dientes
—Osea si pero...- >>espera un momento<< - ¡oiga! ¿Está celoso? - dije impresionada
