◕*.✧ Emma es una joven madre soltera con una vida "normal" si es que así se le puede llamar. Una vida llena de incidentes y desgracias desde que tiene memoria, una vida en la que solo le queda ser feliz por la única persona a la que ama con todo su...
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*.✧Emma.
Los rumores de que yo tenía un hijo no tardaron en correrse por toda la oficina para cuándo el fin de semana dio fin y el lunes tuve que ir a trabajar de nuevo, desgraciadamente.
Al menos había logrado que mis problemas con Jungkook desaparecieran, pero el trabajo sumamente exigente y excesivo no, es por eso que siendo precisamente un lunes a las nueve y treinta de la noche luego de haber salido del trabajo, mientras trataba de dormir a Lucas, recibí una llamada urgente de mi jefe para que le llevará unos papeles que debía de firmar en ese mismo momento y enviarlos lo antes posible hasta Washington.
No tenía nada que ver con su carrera de la política pero si con sus empresas, al parecer se debía de un par de contratos que haría con una sede extranjera de Corea, contratos que yo tenía en mi poder porque se supone que trataríamos sobre ellos hasta la siguiente semana pero al parecer los negocios a Jungkook se le adelantaron.
Así que ahora me encontraba aquí, frente a la puerta de su casa con mi tableta y una carpeta en una de mis manos mientras con la otra sostenía la mano pequeña de Lucas.
Apenas toque el timbre la enorme puerta de la residencia se abrió, mostrándome a un Jungkook despeinado, con una camisa gigante de cuadros, sandalias y unos pantalones de chándal negros dos tallas más grandes. Mis ojos se dirigieron a la pequeña vista de su pecho blanco debido a que algunos botones de la camisa no estaban abrochados y luego sus mangas que se encontraban remangadas hasta sus codos, clave mi vista por unos segundos en su mano derecha cubierta de tatuajes que se perdían gracias a la manga de la camisa.
¿Le llegarían hasta el hombro?.
Cuando finalmente salí de mi ensoñación, Jungkook ya se había movido de lado para que ambos pasáramos.
La casa era enorme, de paredes blancas y piso de mármol con acabados minimalistas y muebles en tonalidades grises. Esto era muy al estilo Jungkook.
—Lamento haberte hecho venir a esta hora —se disculpo de ante mano. —Hola Lucas.
