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Emma*⁠.⁠

Meneaba mis caderas de un lado a otro como si estuviera bailando el hula hula, cuando la única realidad es que mi trasero que encajaba con el ajustado vestido que había escogido para esa noche y aunque intenté reemplazarlo por uno de mis amados trajes de pantalones de tiro alto y sacos de colores, Jungkook me obligó a prácticamente ponerme este vestido que había encontrado en una de mis maletas el día que me mudé y acomode toda mi ropa en un espacio de su clóset.

El vestido era de color verde enebro, tenía un escote en mis hombros y sus mangas me llegaban a los antebrazos, era un poco más abajo de mis rodillas y se ceñia a mi cuerpo más de lo que yo quisiera.

Beneficio para el pelinegro que se encontraba frente al otro espejo del tocador colocándose una cadena de oro en su cuello con una feliz sonrisa victoriosa.

Chasque la lengua una vez estuve satisfecha con el vestido y luego mire al hombre frente a mi, que ahora acomodaba su cabello con parsimonia haciendo el montón de muecas con su boca.

Chaqueta blanca, sudadera café al igual que el pantalón y zapatos de diseñador.
El cabello de jungkook estaba peinado hacia abajo con su flequillo cubriendo parte de su frente y no sabía si eso lo hacía ver más joven o más sexy de lo que era, sumando además el delicioso perfume que acababa de rocear sobre su cuerpo dándole todavía aspecto más varonil.

—Ven aquí —me pidió que me acercara al tocador. De uno de los cajones saco una caja cuadrada de terciopelo y la abrió dejándome boquiabierta.
—Feliz navidad, cielo —sonrio tomando aquel collar de plata con dos pequeños cristales en forma de corazón juntos en el centro. —No tuve mucho tiempo de comprar algo para tí, pero supe que este collar te encantaría en cuanto lo vieras.

—Jungkook es muy bonito, gracias —sonrei firmando un puchero mientras lo besaba rápidamente en los labios.

—Date la vuelta —ordeno y obedecí.
Sentí sus manos rodear mi cuello y luego dejar el collar justo donde pertenecía, sus manos me tomaron por los hombros y me giraron de nuevo para verlo de frente, sus ojos negros brillantes y su boca rojiza con aquel aro de metal atravesando su labio inferior hicieron que deseara no salir de casa está noche. —No me mires la boca.

—¿Huh? —levante la vista a sus ojos. —¿Qué?.

—Sabes lo que haces, pero también sabes que debemos llegar a la cena con tus padres —sentencio antes de que yo pudiera si quiera protestar.

—Te juro que sigo creyendo que es mala idea —admiti mientras me alejaba de el en busca de mi abrigo. —Siento algo en la cabeza, que me dice que no deberíamos ir, enserio Jungkook... —el solo nego con una aparente sonrisa mientras me quitaba el abrigo de mis manos y me ayudaba a colocarmelo.

—Cielo relájate, saldrá bien además trata de ver el lado positivo.

—¿Y es?.

—Quizás podrías llevar la fiesta en paz con tus padres —se encogió de hombros. —Una manera de solucionar sus diferencias cariño.

—Pero...

Mi bufido se vio interrumpido por el torbellino de suerte color rojo y pantalones kaquis con botas del mismo color que entró corriendo a la recamara con una sonrisa. Lucas ya estaba vestido y peinado por Jungkook, según el había hecho un peinado lo más parecido al suyo.

Lucas abrazo a Jungkook por las piernas mientras el de chaqueta blanca me sonreía de oreja a oreja tratando de transmitirme la tranquilidad que tanta falta me hacía en aquellos momentos.

Venga emma es navidad, no hay ataques de ansiedad, te has recuperado de la anemia y los mejor de todo, ya casi no estás medicada.

Aunque si mis padres decidían joderla de nuevo, seguro que volvía a las pastillas, pero unas que controlarán de no echarmeles encima como una perra.

LOVE AND ITS  PROBLEMS    |J.J.K|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora