𝖤 𝖥 Í 𝖬 𝖤 𝖱 𝖮 || Five Hargreeves [✔️]

12

Baje las escaleras limpiando mis mejillas las cuales estaban empapadas por las lágrimas que habían recorrido mis mejillas minutos antes.

Al entrar al comedor mis hermanos ya estaban frente a su asiento, Alya estaba a un lado de Cinco y el único asiento vacío era el que estaba a un lado de Alya.

¿La vida no podía odiarme más?

Camine decidida hacía el asiento seguida por la mirada seria de Diego. Me coloque a un lado de la aquella pelirroja, me dio una sonrisa de boca cerrada a lo que intente regresarle aquel gesto, digo intente porque dudo que de mi boca haya salido una sonrisa.

Por primera vez, después de un mes, vi a papá entrar al comedor, siempre con un semblante serio y de pocos amigos.

Todos saludamos a nuestro padre como es de costumbre y, como había una invitada no dijo nada, solo se sentó dándonos a entender que debíamos hacer lo mismo.

La mirada de Alya al sentarnos era confusa por aquel silencio en la mesa.

Papá tomo de su vino, lo saboreo y dejo la copa sobre la mesa viendo fijamente a la pelirroja.

Baje un poco mi vista y pude ver como tomo la mano de Cinco por debajo de la mesa. Suspire quitando mi vista de ahí y llevándola a mi plato de comida.

—Alya, ¿no es así? —habló papá, todas las miradas fueron hacía él, incluyendo la mía.

—Amm... —carraspeo la garganta acomodandose mejor en su lugar— sí, así es.

— ¿A qué se debe esta comida y ti visita? —volvió a preguntar.

—Si, bueno... —Alya vio a Cinco pidiendo ayuda con la mirada.

Me deje caer en el asiento tomando mi copa de vino y tomando todo su contenido.

—Emm... —intentó hablar Cinco, pero termino carraspeando. ¿Acaso a todos les comió la lengua el ratón, o por qué de la nada nadie sabia que decir?— esta comida es para... —cuando paro de hablar gire mi cabeza para verlo, él también me veía. Suspiro antes de quitar su vista de mí y siguió hablando— porqué quería presentarles oficialmente a mi novia, Alya —tanto él como Alya se levantaron de sus asientos.

Gire los ojos irónica viendo hacia otro lado que no fueran ellos. Tome el último poco que quedaba de vino en mi copa y suspire.

Todo el lugar se lleno de un silencio espantoso, en el cual solo se escuchaban los cubiertos de papá chocar con el plato, era el único que no paro de comer.

Cunado pose la copa en la mesa y alce mi vista pude ver como todos me miraban a mí, como si me dieran una mirada de lastima. Fruncí el entrecejo a nada de reclamar, pero la mano de Allison haciéndome una seña para que me calmara me detuvo.

—Bueno... —habló papá alzando la vista— bienvenida a la familia, hija —mi cara era un poema, y el de todos igual. Cinco y Alya cruzaron miradas y sonrisas satisfechas— ya era hora de que alguno de estos muchachos me presentase a alguien.

Gire los ojos, de nuevo, dejándome caer de nuevo en el asiento.

A decir verdad, creí que me dolería algo como esto, pero en parte lo veía venir.

La comida paso normal, Alya hablaba de su vida y del como se había mudado aquí junto a su tía porque su familia era (en pocas palabras) una mierda.

De vez en cuando sentía la mirada de Cinco sobre mí a lo que simplemente lo ignoraba, no estaba de humor como para hablar, y mucho menos con él.

Al todos terminar a papá se le ocurrió la gran idea de que mis hermanos y yo conociéramos más a la “nueva” integrante de la familia. Nos dirigimos al salón principal, me senté a un lado de Allison, justo al final del sofá.

Mientras todos hablaban con Alya yo simplemente tenía mi codo sobre el reposa brazos y mi mano sosteniendo mi barbilla, aburrida y con una cara de pocos amigos.

Un codazo hizo que saliera de mi trance, lanzando una mirada de molestia a quien sea que me haya dado aquel golpe.

— ¿Qué? —dije una vez que me di cuenta de que se trataba de Allison.

—Es tu turno de presentarte —murmuró mirando hacia Alya quien me veía con una sonrisa.

—Ouh, bueno... —murmure ¿qué mierda se suponía que debía hacer?— mi nombre es Aitanan, como sabrás soy la octava de mis hermanos y bueno... bienvenida a la familia —intente sonreir, pero no sabía ni siquiera que era lo que salía de mi boca.

—Aitana... —murmuro— Cinco nunca me hablo de ti —hizo una mueca de confusión viendo a Cinco pidiendo una explicación, Cinco solo abrio la boca para responder, pero lo paré.

—Cinco tiene la mala costumbre de ocultar cosas y más si son cosas que se traten de mí —reí sin gracia llevando la mirada amenazadora de Cinco, alce la ceja sintiéndome satisfecha por su enojo, pero era momento para dejarlo en ridiculo— así que no me sorprende que él no te haya hablado sobre mí —termine por decir.

Alya sonrió confundida, pero siguió hablando sin prestar tanta atención a la platica anterior.

Me levante de mi lugar caminando hacia el patio trasero, necesitaba aire y tranquilizarme.

Al salir por la puerta sentí como tomaban mi muñeca y me arrastraban lejos de la casa. Mi vista se fijo en la persona que ahora estaba delante de mí.

— ¿Qué carajos te sucede? —pregunte intentando safar mi mano de su agarre.

—Necesito hablar contigo —murmuró de vuelta, saltándome y parando su paso. Acomode mi cabello y espere a que hablara— no es lo que crees —fue lo primero que si estúpida boca puso soltar.

Intente no reír, pero me fui inevitable.

— ¿En serio piensas que voy a creerte? —cuestione burlona— no me hagas sentir como una estúpida —fruncí el entrecejo aún con una sonrisa burlona— ¿qué vas a decirme?, ¿qué ella te amenazo para que dijeras eso? o déjame pensar —puse mi mano en mi barbilla como si pensara en algo — ¿vas a decirme que estoy loca y escuche mal? —chasquee mis dedos sarcásticamente.

—No me está agradando tu comportamientos —habló entre dientes.

—Pues lastima —me alce de hombros y quise caminar lejos de él, pero me volvió a detener.

— ¿Te debo de recordar qué aún eres mi novia? —negué chasqueando la lengua varias veces.

—No, Hargreeves. Debo recordarte a ti —con mi dedo indice toque su pecho empujándolo levemente— que hace unas horas te di a elegir entre ella o yo, y desde que la presentaste como tu novia... tu y yo ya no somos nada. —me solté de su agarre bruscamente y camine por el patio viendo a mi alrededor y sintiendo el refrescante aire chocar contra mi cara.