𝖤 𝖥 Í 𝖬 𝖤 𝖱 𝖮 || Five Hargreeves [✔️]

10

—Esperen —murmure intentando que mi cabeza me diera alguna pista— a mí no me dijeron de ninguna reunión.

Y ahí lo recordé “Aléjate de Diego. Otra vez los vi muy juntos y sabes que no me agrada para nada. Ah, y también de Allison y Vanya, vi como esas dos te meten mierda en la cabeza sobre mí.”

Cerré los ojos con fuerza aguantando todo el enojo en mí.

Era más que obvio, él claramente no me diría sobre la “reunion” y por eso mismo hizo que me alejara de Allison y Vanya, para que ellas dos no me dijeran nada y yo no me enterara.

Estúpida. Eso es lo que soy.

— ¿Qué pasa? —preguntó Allison al ver mi cara de concentración.

No respondí, más bien salí de mi habitación echa furia.

Estaba más que molesta con él.

No me importaba si mis pasos se escuchaban por toda la mansión, me daba igual, debía hablar con él.

Al estar frente a su puerta toque fuertemente esta con mis nudillos. No espere mucho para que él abriera la puerta.

— ¿Aitana, qué sucede? —en vez de responder, entre sin su permiso a su habitación.

— ¿Cuando ibas a decirme que hoy le ibas a presentar a papá y a los chicos a Alya? —pregunte cruzándome de brazos, mi rostro ya no reflejaba enojo, reflejaba decepción.

—No es lo que crees ¿bien? —se acerco a mí con el entrecejo fruncido.

— ¿Entonces qué es? —pase mis manos por mi cara frustrada, ya no aguantaba su comportamiento— ¿por qué me haces esto? —volví a preguntar— si sabes que no quieres nada más conmigo, ¿por qué seguir haciéndome esto?

—No seas dramática —giro los ojos cansado, yo también estaba cansada de él.

— ¿Dramática?, ¿esto te parece un drama? —pregunte con incredulidad. Negué varias veces con la cabeza— estoy harta de ti, Hargreeves.

Al escuchar aquello llevo su vista hacía mí.

— ¿De qué estás hablando?

—Que quiero acabar con esto —hable decidida— no puedes tenerlo todo en la vida, así que... o es ella, o soy yo —suspire poniéndome recta en mi lugar.

—Estás haciendo un drama solo por una amiga —murmuro algo molesto.

—“¿amiga?”, si, claro —reí sacarsticamente cruzándome de brazos— eres increíble, Hargreeves. ¿Crees que me voy a creer esa mierda?

—Es la verdad.

—Desde hace mucho nada de lo que digas es verdad para mí. Así que es ella o soy yo, tú eliges.

—No me hagas elegir entre ustedes dos —una punzada en el corazón fue lo único que sentí.

Respire hondo, debía tranquilizarme. Una parte de mí gritaba porque el me eligiera, pero otra me decía que debía alejarme de una vez por todas y el que él elija a Alya sería una señal muy clara para que me alejara.

— ¿Etonces? —presione.

—No voy a responderte eso —se giro para salir de su habitación, pero fui más rápida y me interpuse entre él y la puerta.

—No puedes estar jugando con las dos.

—No lo estoy haciendo.

— ¡Claro que si!

— ¡Es solo una amiga! —exclamó poniendo ambas manos sobre mis mejillas. Suspiró antes de seguir hablando— en serio, no es nadie más que una amiga, es mi mejor amiga y realmente me encantaría que la conocieras, sé que se llevarían muy bien, además... es alguien importante para mí al igual que tú —con su dedo pulgar acaricio mi mejilla.

Su rostro se iba acercando más a mí. ¿Iba a besarme?, tome una bocanada de aire intentando controlar mis nervios, jamás había besado a alguien.

A nada de que nuestras bocas se juntaran la imagen de él besando a aquella pelirroja vino a mi mente haciendo que lo alejara de mí colocando mi mano sobre su pecho.

—Espero que estés diciendo la verdad, Hargreeves —me aleje de él dejándolo allí y salí de habitación cerrándola al salir.

Me apoye en una de las paredes del pasillo y solté todo el aire retenido.

Sabia que no decía la verdad, pero era algo que no quería aceptar.

Regrese a mi habitación olvidando completamente que ahí se encontraban mis hermanas, al verlas di un pequeño salto y suspire cerrando la puerta.

—Olvidé que estaban aquí —murmure.

— ¿Ya nos dirás que paso? —preguntó Allison alzando las cejas.

—Em... no hay tiempo, mejor vayan a arreglarse —camine a mi armario buscando algo que no fuese mi uniforme.

Tome un lindo vestido negro el cual jamás había usado, pero para este tipo de ocasiones normalmente la familia vestía de forma formal y eso era lo único que tenía para ponerme en ese momento.

Al estar completamente lista baje al primer piso viendo que ya estaban allí mis hermanos.

— ¿Y Cinco? —pregunte entrando a la sala principal.

—Aún no baja —escuche decir a Luther.

Frote mis manos sobre el vestido negro que llevaba puesto, estaba de más decir lo nerviosa que me encontraba.

La puerta fue tocada haciendo que todos lleváramos la vista hacia donde provenía aquel ruido.

— ¿Quién va? —preguntamos los siete al mismo tiempo— yo no —dijimos de nuevo.