𖥻◝ 13 ✦

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Habían despertados juntos, en una mañana hermosa, que les brindaba un cálido despertar.

Estuvieron en la cama por unos largos minutos, dándose mimos y disfrutando, porque les gustaba estar juntos, amaban la dirección que le estaba tomando su relación.

Luego se levantaron, e hicieron la habitual rutina de bañarse, desayunar, etc.

Pero antes del mediodía, Minho tuvo que irse, ya que tenía un almuerzo con su familia, el cual lo organizo Yeji, y no quería fallarle.

Si bien Jisung se puso un poco triste, porque quería pasar el resto del día con Minho, se sintió bien cuando Minho le dijo que volvería para la cena.

Actualmente, Minho se encontraba en la casa de su hermana.

Estaba ayudando a poner la mesa, ya que prefería hacer cualquier cosa antes de estar cerca de su padre.

Él se notaba molesto, es más, a Minho lo miró con disgusto y a su hermano; Jay, ni siqueira lo había saludado.

Eso generaba un ambiento tenso e incómodo, que seguramente iba a generar pelea y eso estaba aterrando a Minho.

Dejó los vasos en la mesa y le preguntó a su hermana:

--¿Ya está todo?

Ella asintió, así que él se sentó.

Su padre estaba con su celular, no prestaba atención a lo que pasa a su alrededor, igual, no le sorprendía, a él no le interesaba este tipo de reuniones, era extraño que asista.

Su hermano Jay se veía perdido, noto que su pierna temblaba y su vista estaba fija a un punto de la mesa.

Su madre por su parte hablaba con Yeji, ellas sí eran muy cercanas. Suu madre intentaba ser cercanos a todos, pero, de su parte y de Jay siempre hubo un rechazo, él no sabía bien a qué se debía, pero sabía que todavía estaba a tiempo de volver a unir lazos.

--Pueden empezar a comer --dijo Yeji, antes de sentarse.

--Esto huele genial --halago Minho.

--Gracias, he estado tomando cursos de cocina. Y voy mejorando mucho.

--Podrías contratar una cocinera --dijo su padre--. Él tiempo que pierdes cocinando lo podrías utilizar en la empresa.

--Quédate tranquilo, la empresa está más que bien.

--No parece.

--¿No parece? Las ventas se mantienen altas, te recuerdo que estoy reviviendo una empresa que tú creías muerta.

--No me hagas reír, tengo años de experi...

--¿Podes comer sin pelear? --intervino Jay.

--Tú ni me dirigías la palabra, mocoso.

Minho estaba poniéndose ansioso, sentía una presión en su pecho, que se volvía más fuerte cada vez su padre hablaba, y tenía un miedo inexplicable.

--Tiene el descaro de pedirme que me calle, ¡ja! Debería echarte de está casa y sacarte mi apellido, mocoso mal agradecido. ¡Todo te di!

--Es mi casa, yo lo invite, si te molesta puedes irte tú --verbalizó enojado Yeji.

--Por favor, no peleen --pidió su madre.

--Ustedes dos me dan vergüenza --dijo señalando a Yeji y Jay--. Los dos están machando el nombre de la familia, y tú más, ¿qué dirían los medios cuando se enteren sobre tu ruptura? ¡La dejaste por un chico!

--¡¿Y cuál problema hay?! --gritó enfadado Jay, levantándose de su asiento --. Estoy cansado, muy cansado, de ti y de tener que cumplir con todo lo que me pides, basta, no quiero, no la quiero y ella tampoco me quiere.

•『 ✶ ¿Solo un gusto culposo? ✶ 』• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora