•『 ✶ ¿Solo un gusto culposo? ✶ 』•

𖥻◝ 14 ✦

Jisung se sentía muy ansioso.

Estaba acostado en su cama, sin poder dormir, esperando a que Minho aparezca.

Le había enviado mensajes y lo llamó, pero el mayor no respondía, y eso hacía que su mente imaginé los peores escenarios.

¿Y sí Minho le mintió?

No quería pensar en eso, le asustaba pensar que todo lo que Minho le dijo sea mentira, pero, se ponía más triste al ver que las horas avanzaban y él no aparecía.

Su teléfono vibró, y él rápidamente lo agarró, sabiendo de ante mano que podía ser minho.

Y sí, efectivamente era él.

Minho

Hola Jisung, perdón por no
responder...

Surgieron algunas cosas y
mi hermana estaba un poco
mal, así que me quede hacerle
compañía.

¿Aún puedo ir a tu casa?¿Estás
despierto?

Jisung sintió que el alma le volvía a cuerpo, sonrió ampliamente, mientras respondía a los mensajes.

Estaba contento y más aliviado.

Aquellos pensamientos negativos que tuvo, se fueron y una cálida sensación lo invadió.

Todavía se le hacía tan irreal todo.

¿Cómo podía ser que Minho termino gustando de él?

¿Minho estaba dispuesto a darlo todo por él?

Sin querer, sus lágrimas comenzaron a salir.

Estaba muy ilusionado, y tenía miedo, porque no sabía sí debía entregarse plenamente o mantener la guardia alta. No quería salir lastimado de nuevo.

Quería tener un amor lindo, quería poder vivir ese amor del cual tanto hablaban, no quería que está sea otra decepción amorosa.

El timbre sonó, y eso le sorprendió, ¿era Minho? ¿Cómo pudo llegar tan rápido?

Se levantó de su cama, y limpió las lágrimas que habían en su rostro, paso por el espejo, y tras comprobar que se veía bien, fue hacía la puerta.

No preguntó quien era, solo abrió la puerta, encontrándose con Minho detrás.

--¿Cómo llegaste tan rápido? --fue lo primero que dijo.

--¿Estuviste llorando? --cuestionó Minho, al percatarse de que Jisung tenía sus ojos cristalizados.

--No... Bueno sí, pero no fue por nada malo. Ven, pasa --verbalizo, abriendo por completo la puerta.

--¿Seguro que no fue por nada?

--Estoy bien, Minho.

El mayor lo agarró por la cintura y lo acercó a él.

--Puedes contarme cualquier cosa que te pasa, dragi...

--Lo sé, en serio no fue nada.

--Dime por qué llorabas entonces.

--Solo pensaba. --Jisung paso sus manos por el hombro contrario y acarició su cabello. --Me pone feliz que estés aquí.

Minho le dio un corto beso, luego le sonrió.

Jisung también sonrió.

--¿No me vas a decir por qué llorabas? --insistió.

--No tiene importancia.

--Sí te hace llorar, para mí sí tiene importancia. Puedes confiar en mí, dragi...

La mirada de Minho se veía cambiada, él lo miraba de una forma diferente, había un pequeño brillo en sus pupilas y la cálida sensación que le transmitía su mirar era lo que convenció a Jisung de confiar.

--Me siento un poco inseguro con todo esto --confesó, agachando la cabeza por vergüenza --.Estoy muy ilusionado y a la vez me pone muy inseguro pensar que en cualquier momento podrías cambiar de opinión. No quiero que me lastimes, yo no quiero seguir ilusinandome en vano.

Minho no estaba seguro de todo, había muchas cosas en su vida que lo hacían dudar y lo llevaban a cuestionarse, pero, lo que sentía por Jisung era verídico, no era una opinión o opción, por más vuelta que intente darle, siempre llegaba a la conclusión de que tenía sentimientos por él.

Y ahí radica la diferencia; por Jisung siente, su corazón y cuerpo hablan, todo en él deja en transparencia sus sentimientos.

--Estoy arruinado todo, ¿no? No tienes que decir nada, ni mucho menos explicar, te estoy apurando muc...

--Jisung.

--Sé que vos estás confundido todavía y yo...

--Dragi.

--Soy muy molesto, lo sé, no sé porque soy así, lo siento, olvida lo que di...

--Hannie --lo llamó, a la vez que levantaba su rostro, y está vez sí logró interrumpirlo--. Me gustas, mi amor. Me gustas mucho, ¿sí? No tengo dudas de lo que siento, solo sigo confundido porque estaba muy seguro de que solo me gustaban las mujeres. No dudes de mis sentimientos.

--Solo quiero que no me lastimes, quiero que me quieras --murmuró sollozando.

--Te quiero, dragi, te quiero mucho, y no quiero lastimarte. Voy a hacer las cosas bien, y amarte como lo mereces, no voy a lastimarte más.

Minho tomó entre sus manos el rostro del menor y lo acercó al suyo, para besarlo.

Para Minho eran tan nuevas las sensaciones que estaba viviendo, y más nueva era esta versión de él, esta versión que quería cuidar y amar a Jisung, que quería ser feliz y ser él.

Porque esto era.

Era un joven enamorado de un chico, un chico que le hacía bien, era un joven sensible y romántico, no era ese Minho frío y sin empatía.

Ese era su molde, lo que lo presionaban a ser.

Jisung estaba en el pico del éxtasis, sintiendo como su cuerpo se llenaba de alegría y su corazón disfrutaba de la sintonía.

Incluso sí tenía mil razones para desconfiar y miles de pensamientos negativos, los besos de Minho siempre borraban todo.

Los besos de Minho eran tan diferente, y eso le encantaba, Minho lo besaba con amor.

Cuando estaban juntos, el aire se llenaba de amor, un amor que empezaba a florecer y a romper esas cadenas de prohibido.

unas ganas de tener un romance che