16. Un plan para abortar.

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Mientras Belén repetía su mentira una y otra vez frente a los policías, el abogado de Soriana y un fiscal, Leonardo llegó a su casa para almorzar y lo sorprendió no ser recibido por su prometida

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Mientras Belén repetía su mentira una y otra vez frente a los policías, el abogado de Soriana y un fiscal, Leonardo llegó a su casa para almorzar y lo sorprendió no ser recibido por su prometida.

Afortunadamente ella le avisó a su madre que iría a visitar una amiga. Y aunque Doña Chayo con sus ojos de chismosa que todo lo ven, esa mañana vio a los policías en la casa, eligió no comentarlo con su yerno.

Ella quería vender una imagen perfecta de su hija y contar que estaba siendo interrogada por la policía no serviría de nada. Hablaría con Belén y se encargaría de mantenerla lejos de amigas como esa tal Severiana Salvaterri.

En la comisaría Belén había podido convencer a todos, obteniendo así la libertad de su "amiga" al proporcionarle una coartada.

Ella quería regresar de inmediato a la mansión, pero Soriana no lo permitió.

Amablemente la invitó a su Range Rover, Belén subió aterrorizada esperando que le diera un aventón y no terminara aventando su cuerpo al río, pero para su sorpresa Salvaterri no la amenazó con matarla si se le ocurría decir la verdad, al contrario, le ofreció un favor.

—Puedes pedirme cualquier cosa, te lo concederé.

Aunque quiso preguntarle si sufría delirios de hada, tomó una sabia decisión y se aguantó las ganas.

—Gracias, pero me basta con que no Vuelvas a mandar al matón que fue esta mañana a mi casa y me dejó el cuello así—Se quitó la pañoleta que traía y le enseñó el cuello.

—Eso es muy poco, no me gusta quedar debiendo—Soriana le restó importancia a su herida—Pideme algo más ¿No te falta dinero, drogas?

Fue en ese momento cuando tuvo la idea, podría pedir un favor especial a su hada de la ilegalidad.

—¿Me prestarías un sicario?—Lo había pensado antes, y descartado porque no tenía forma de acceder a los servicios de un sicario sin ser rastreada, pero si la orden provenía de los Salvaterri nadie sospecharía de ella.

—No, mi papá me castigó y no puedo volver a matar hasta que aprenda a cubrir mis huellas, de no ser por tu ayuda ya estaría en una federal.

¿De verdad? ¿Un mafioso disciplina a su hija prohibiendole matar? Se preguntó Belén.

Y al pensar en la crianza recordó su falso embarazo.

—¿Podrías ayudarme a probar que he sufrido un "aborto espontáneo"?

—¿Por qué quieres abortar? Escuché que te casarás y los niños alegran los matrimonios, sabrá Dios si es verdad, pero es lo que dice la gente.

—Lo que pasa es que mi novio quiere un hijo, y yo quiero casarme, por eso en un intento desesperado buscando una propuesta de matrimonio yo lo engañé, le hice creer que estoy embarazada y ahora ya no se cómo confesar que realmente no lo estoy—No mintió pero tampoco podía revelar toda la verdad.

Transmigrar a una TELENOVELA MEXICANA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora