36. Capítulo Final.

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CINCO MESES DESPUÉS

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CINCO MESES DESPUÉS.

Las puertas de la catedral se abrieron.

La marcha nupcial comenzó a sonar.

Belén Fernandez, ataviada con un hermoso vestido de novia, entró a la iglesia del brazo de su padre, quien hizo un gran esfuerzo pero aún así no pudo contener las lágrimas.

Ella no podía parar de sonreír, observó a las personas que ocupaban las filas de bancos, sentía mucho cariño por todos ellos.

Antes no habían sido más que personajes en una telenovela, ahora eran su gente.

Estaban todos los empleados que trabajaban para Leonardo, estaban Juan Marcos y una embarazadísima Maria.

Estaban Roberto, Rosita y sus hermanos ocupando toda una fila.

Estaban Soriana, su incestuoso novio y su criminal padre en otra. Recordó que el señor Salvaterri había permitido el noviazgo con la condición de que el joven se hiciera la vasectomía y este aceptó encantado.

Soriana le confesó a Belén más tarde que en realidad nunca lo hizo y no lo haría, pero ese sería un problema a enfrentar más tarde.

Alberto y Sofia también estaban allí, habían regresado hace un mes, muy enamorados pero hartos de vivir en una cabaña junto al mar.

¿Esa era la enfermera de Roberto? ¿Pero quien la había invitado? La duda quedó resulta cuando vio al peón que se sentaba a su lado.

Vio a Flor y Hernan, que se habían recuperado de sus heridas pero se marcharían después de la ceremonia, porque no querían quedarse en la fiesta.

Y vio a Doña Chayo, que era un mar de lágrimas, la quería muchísimo y el cariño solo aumentó cuando recordó lo que hizo por ella.

Después de cobrar su jubilación, ella y Don Antonio no se fueron, todo lo contrario, se mantuvieron en el pueblo para ayudarla.

Buscaron al comisario, lo sobornaron con todo el dinero que les habían pagado y éste les dio pruebas de los crímenes que investigaban.

Esas pruebas le llevaron a Leonardo y con ellas le contaron la verdadera historia.

Frente al altar vio a su prometido, que la esperaba con la mirada cristalizada por las lagrimas de emoción.

Llegó junto a él, su padre la entregó.

—Te amo—Le dijo mientras tomaba su mano.

Él la besó, y el sacerdote entre las risas de todo el mundo les dijo que esperen.

Ese día Leonardo Salinas y Belén Fernandez se juraron amor y lealtad, estar juntos en la riqueza y en la pobreza, en las penas y alegrías, durante todos los días de su vida.

FIN

Transmigrar a una TELENOVELA MEXICANA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora