¿Haz visto una telenovela mexicana? Son hipnóticas. Romance, traiciones, conspiraciones, drama, asesinatos, villanos memorables y malas actuaciones, tienen de todo.
Es muy divertido verlas en la tele, te enganchas rápidamente, quieres que la villana...
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Pero el semblante de Soriana cambió por completo de un momento a otro, a una velocidad que podría confundir al ojo humano, ahora se veía coqueta y atrevida.
—Tuve una cita—Confesó antes de soltar risitas propias de una adolescente hormonal.
El alivio invadió a Belén, ciertamente esperaba algo satánico, pero resultó ser una travesura de niña.
》Me vi a solas con mi primo y tuvimos sexo duro.
Si estuviera comiendo algo en ese momento Belén hubiera muerto atragantada, no existía maniobra capaz de salvarla.
—¿Qué mierda te pasa Soriana? Eso es enfermo—No fue capaz de disimular el disgusto ni borrar la expresión asqueada que tenía.
—No vine a buscar tu aprobación y enfermo es lo que tu hiciste, loca de mierda, no lo hacemos por pervertidos, él y yo estamos enamorados—Se defendió la pelinegra.
—Bueno, disculpa pero no puedes soltar algo así y esperar que no resulte sorprendente, te estas cogiendo a tu primo—A Belén le costó salir del estupor y darse cuenta que sus palabras eran ofensivas pero eso sí, muy certeras y nada la convencería de lo contrario.
》¿Pero quien soy yo para juzgar? Si quieres seguir haciendolo, yo te apoyo, y por supuesto que te cubriré con tu papá, para eso estamos las amigas.
No le costaba nada encubrir los encuentros incestuosos de Salvaterri con su primo, de hecho podría obtener beneficios al hacerlo.
—Gracias amiga—Soriana superó rapidamente el enojo al saber que la ayudaría—Y también puedes contar conmigo para lo que necesites.
Dijo justo lo que Belén quería escuchar.
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Después de que Soriana se fuera Belén se preparó para bajar a cenar, mientras lo hacía reflexionó sobre los nuevos planes que tenía y tomó una decisión definitiva respecto a las cuestiones morales.
