Tessandra.
Está temblando, tiembla y tiene una mirada aterrorizada mientras observa el cuerpo de Cody. Siento mi corazón martillar con fuerza contra mi pecho mientras me acerco a un aterrorizado Jayden.
—Yo no quería...yo no quise...
—Lo sé, lo sé —murmuro agachándome a su costado.
Tiene el labio reventado, y se sujeta su costado izquierdo. Siento el temblor de su cuerpo y cuando conecta su mirada con la mía, no encuentro la calidez que siempre he hallado en el color de sus ojos.
Solo encuentro un miedo crudo, una culpa que parece aumentar con cada segundo que transcurre.
Le hago un gesto a Kim para que se acerque al cuerpo de Cody. Ella lo hace, se acerca y se inclina extendiendo la mano hacia el cuerpo del chico inconsciente, y cuando su rostro se relaja, sé que esto solo parece más grave de lo que es.
—Llama a alguien para que se haga cargo —pido hacia mi amiga —¿puedes hacerlo?
—Sin problema —responde —pero necesitas sacarlo de aquí. Porque su gente va a volver.
Asiento, observo a Jayden quien parece estar a punto de colapsar. Sigue mirando a Cody, así que acuno su rostro y lo obligo a mirarme.
—Lo llevarán a un hospital, estará bien —murmuro —¿entiendes? Estará bien, no hiciste nada.
—Yo...
—No hiciste nada —repito —ahora necesito sacarte de aquí. ¿Puedes caminar?
Asiente medio aturdido, le ofrezco mi brazo para poder incorporarse y hace una mueca, sosteniendo su costado izquierdo. Si lo ha golpeado con la suficiente fuerza, probablemente le ha roto de nuevo las costillas.
Tiene una pelea en poco más de un mes, no puede tener lesiones de ese tipo.
—Tú también necesitas un hospital —mascullo —tenemos que ir a uno.
—No —dice con firmeza mientras lo ayudo a llegar al auto —estoy bien.
Se desploma en el asiento del copiloto, cierra los ojos mientras recarga la cabeza en el respaldo, su pecho sube y baja con rapidez, emitiendo respiraciones irregulares que me dejan saber que evidentemente no se encuentra bien.
—Te tiene que revisar un médico —sentencio —y no vas a contradecirme.
Mantiene la mirada hacia el sitio en donde Kim se encuentra junto con un par de chicos que con los cuales habíamos obtenido información.
Noto como su cuerpo se tensa, como aprieta los puños sobre sus piernas y su mandíbula se cuadra por la fuerza que emplea.
—Jayden...
—Pude haberlo asesinado —dice con pesar —no soy un asesino.
Su voz sale torturada, tanto que me estruja el corazón escucharlo hablar de esa manera. Apenas en la mañana estábamos compartiendo uno de los momentos más extraordinarios que pueden existir y ahora el chico sentado a mi costado parece alguien completamente distinto.
—No eres un asesino, Jayden —murmuro extendiendo mi mano para tomar la suya —no lo asesinaste, solo te defendiste.
—¿Cómo sabes que solo me defendí? —inquiere con amargura.
Sonrío levemente, aprieto el agarre en su mano y eso lo hace mirarme.
—Porque contrario a ellos, Jay, tú no dañarías a alguien solo por que sí. Cody seguramente te obligó a defenderte, y lo hiciste. Hay ocasiones, Jayden, en que las decisiones correctas no nos llevan a ningún sitio.
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Uppercut
Teen FictionJayden Lewis, salvaje, brutal, despiadado. Tres palabras que lo describen a la perfección, al menos sobre el cuadrilátero. Tessandra Green, testaruda, orgullosa, y reina de las apuestas de la vieja bodega abandonada de los barrios bajos. Jayden, c...