cap 4 ecos del pasado

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Entre sollozos y lágrimas, Gyutaro pensaba en Ume. Se culpaba de todo lo sucedido y odiaba a Douma por hacerlo sentir tan vulnerable. "Idiota", se decía a sí mismo. Necesitaba calmarse; habían pasado años desde que lloraba, desde aquellos días en que enfrentaba maltratos y dificultades. Sin embargo, su vida se iluminó al ver nacer a sus hermanos.

Gyutaro narra: Lloraba sin parar mientras escuchaba a Akaza llamar a la puerta. "Creo que Kuchun está causando problemas otra vez", pensó. "Se lo agradeceré después... Nunca pensé que diría eso". Se golpeó la cabeza con la palma de la mano. Le pidió a Akaza que se fuera y que se asegurara de que Kuchun no causara más líos.

Dudaba en cómo calmarse. Tenía dos opciones: llamar a su hermana menor o cantar la canción que solían entonar juntos. Decidió que no llamaría a su hermana; eso solo traería más preguntas. Respiró hondo, recordó a sus hermanos y comenzó a cantar.

Gyutaro estaba en su mundo, ajeno a que dos demonios lo escuchaban. Sin embargo, se dio cuenta de que su hermana menor lo observaba desde un árbol, identificándola por sus ojos peculiares.

pasado de kuchun

Una joven de 15 años no entendía por qué su madre seguía amando a su padre, a pesar de los abusos. Con su cabello blanco y ojos azul diamante, veía a su hermano menor acercarse con dulces.

"Gohan, gracias por los dulces", le dijo Cala. Conversaron hasta que su madre llegó, anunciando que llevaría a Gohan al mercado, dejando a Cala sola con su padre.

Una vez sola, su padre comenzó a maltratarla. Pero cuando la situación se tornó crítica, Cala encontró la fuerza para defenderse. Sin embargo, al ver el horror en los rostros de su madre y su hermano al regresar, las cosas tomaron un giro inesperado.

Cala, cegada por la ira, se encontró en un dilema y terminó aceptando la oferta de Muzan para convertirse en demonio, adoptando el nombre de Kuchun.

Actualmente: Kuchun salió de su trance al ver a Gyutaro, quien se sonrojó al notar que los observaban. Douma, sorprendentemente, no llevaba vendas en los ojos. Gyutaro, enojado, protestó: "¡No les enseñaron a tocar la puerta!".

"Si hubiéramos tocado, no habríamos escuchado tu hermoso canto", respondió Douma con una sonrisa.

Kuchun se dio cuenta de que habían compartido un momento especial, algo que la unía a su hermano. Esto sorprendió a los demás, creando un vínculo inesperado.

Mientras tanto, en otra parte: Tanjiro hablaba con un cazador, preparándose para entrenar.

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