CAP 5

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NARRA YO: Gyutaro había estado pasando tiempo con su hermana, Mitsuko. Se sentaban juntos, recordando momentos felices y llorando por la pérdida de Daky. Había algo reconfortante en esas charlas, pero la tristeza siempre les pesaba. Mitsuko disfrutaba de las historias de su hermano; había algo en su forma de narrar que hacía que el mundo pareciera menos sombrío. Sin embargo, un comentario de Gyutaro dejó a Mitsuko sin aliento.

NARRA MITSUKO: No podía creer lo que me decía. Era inconcebible. Mi hermano, que siempre había sido tan cuidadoso, estaba hablando de hacer un trato con un alfa. Douma. ¿Cómo era posible que Gyutaro, en su estado de vulnerabilidad, hubiera aceptado algo así? Estaba en shock.

NARRO YO: —Gyutaro, no sé si te estás burlando de mí, pero hay miles de demonios en el mundo, y tú decides hacer un trato con el peor. Lo entiendo; estabas desesperado y dolido por la muerte de Daky, pero eso no justifica lo que has hecho. Te quiero, hermano, pero a veces eres un completo imprudente.

—No me culpes. En ese momento, parecía la única opción. Douma tenía un punto: si no ascendía de rango, no podría vengar a nuestra hermana. Me estaba defraudando a mí mismo. Y él tiene un poder que podría ser útil.

—¿Y? Yo también tengo un rango alto. Soy la tercera Luna Superior. Podría haberte ayudado. ¡Dejemos esta locura y acabemos con eso!

—Está bien, lo haré. Solo deja de gritar; es irritante. Voy a buscar a Douma y le diré que ya no quiero seguir con esto.

NARRA GYUTARO: Me dirigí hacia donde estaba Douma, con la determinación de renunciar al trato. Mientras caminaba, reflexionaba sobre por qué siempre terminaba aceptando lo que me proponía. Recordé una vez en que me pidió cepillar mi cabello. Me sentí incómodo, pero al final dije que sí. Fue un momento extraño; su mirada intensa me afectaba, y sus feromonas siempre creaban una atmósfera abrumadora.

Al llegar a su puerta, toqué varias veces hasta escuchar un "pase".

NARRO YO: Al abrir, encontré a Douma sentado en su escritorio, rodeado de sombras que danzaban con la luz de las velas. Al verme, sonrió con esa expresión que solo reservaba para mí y me hizo un gesto para que me acercara. Me senté a su lado, la tensión era palpable. ¿Cómo podía expresar lo que sentía?

Douma me observaba con interés hasta que puso su mano en mi pierna y me dio un pequeño beso en la mejilla. Mi corazón latía rápido, pero sabía que tenía que hablar.

—Douma, hablé con Mitsuko. Ella está dispuesta a ayudarme a vengar a Daky. Me dijo que, como la tercera Luna Superior, su apoyo sería valioso. Creo que deberíamos terminar nuestro acuerdo.

—No creo que eso sea lo mejor. Ella es fuerte, pero yo soy el segundo en rango. Antes de tu misión, Akaza se enfrentó a un pilar y casi lo pierde. No quiero que eso le pase a Mitsuko. En un enfrentamiento, podría salir muy mal.

—Tienes razón, pero Mitsuko también es fuerte. Puede ser útil.

—Quizás, pero no quiero arriesgarme. Si algo le sucediera, no podría perdonarme.

NARRA MITSUKO: Mientras tanto, me sentía frustrada. Sabía que Gyutaro estaba confundido. La idea de que su vida dependiera de un trato con Douma me aterraba. Su corazón estaba roto y eso lo hacía vulnerable. Era un omega en un mundo lleno de alfas, y no quería que se lastimara más.

NARRO YO: Gyutaro sonrió débilmente al alfa, quien le devolvió la sonrisa y le dio un pequeño beso en la frente. Mientras Douma hablaba sobre estrategias, Gyutaro no podía dejar de preguntarse si realmente había tomado la decisión correcta. Las dudas lo asaltaban: el arrepentimiento muchas veces llegaba después de haber hecho elecciones erróneas.

En su interior, la batalla continuaba. ¿Era mejor aceptar la ayuda de Douma, aunque eso significara perder parte de su independencia? ¿O arriesgarse a luchar junto a su hermana, sabiendo que podía ser un blanco para su enemigo?

NARRA GYUTARO: Douma se acercó, su aliento cálido sobre mi piel. No podía ignorar la atracción que sentía por él, a pesar de los peligros. Sabía que era un alfa poderoso y manipulador, pero también había momentos en los que parecía genuinamente interesado en mi bienestar. Me preguntaba si en su mente había espacio para alguien como yo.

Mientras su mano acariciaba mi rodilla, luchaba entre el deseo y la razón. La relación entre un omega y un alfa siempre era complicada. Las jerarquías, las expectativas y las emociones se entrelazaban de maneras que a veces resultaban desconcertantes.

—Gyutaro —dijo Douma, rompiendo mis pensamientos—, confía en mí. Puedo protegerte. Este trato puede ser nuestra oportunidad de obtener lo que queremos.

—Pero a costa de mi libertad, Douma. ¿Eso es lo que realmente quiero?

NARRO YO: La inseguridad crecía dentro de mí. Sabía que el arrepentimiento seguía acechando. Tomar decisiones en un mundo tan peligroso nunca era fácil. Mientras Douma seguía hablando, recordé las palabras de Mitsuko: "Siempre hay otra opción". Quizás era el momento de buscar un camino diferente, uno que no me hiciera sentir atrapado entre las sombras de los alfas y los deseos de la venganza.

Mientras la conversación continuaba, mis pensamientos se perdían en la posibilidad de un futuro diferente, uno donde pudiera ser yo mismo, libre de los tratos que me ataban a decisiones peligrosas.

obsesionado por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora