¿Mirarnos y...?

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—Es una locura, ¿sabe? Me enoja, pero me intriga al mismo tiempo cómo se maquinó todo. Incluso dejando espacio para la duda, terminé ahí.

—Lo es. Es curioso. Sin embargo, te ha gustado en qué resultó, ¿no? Con esta nueva perspectiva, por supuesto. Reconocemos que el método de antes te hacía daño, ¿verdad?

Antes de esa sesión, Taehyung arañaba la piel alrededor de sus dedos, sentado en el cubículo de ese café. El evento de fans había terminado, con él la emisión de la serie de Jungkook. Se suponía que sería un caso cerrado una vez se fuera de ese cinema.

Miró la muñeca de la que Jungkook lo tomó en la entrada, cuando había intentado escapar, frente a Jimin, y acarició ahí, poco amable. "¿Kim Taehyung? O-oye..."

Habría reflexionado sobre lo rápido que iba su mundo, y por qué había aceptado al hombre cuando le ofreció invitarle a tomar algo, pero no podía pensar con él sentado en frente, igual de nervioso que él.

—¿Has... estado bien?

Típica pregunta patética que Taehyung odiaba, pero no encontró cómo enojarse. Era jodidamente irritante cuando alguien ajeno preguntaba: él podía no lucir como si estuviera bien, quizá no lo estaba, pero era su problema. ''¿Has estado bien?'' ¿Te parece que he estado bien?

Sin embargo, con Jungkook ahí, lo liberó. Porque él sabía, claro que sabía; y su mirada apenada —y sorprendemente transparente— lo confirmaba. Así que estuvo bien que lo preguntara.

Estuvo suave, aunque lo último que recibiera de él fueran patadas.

—A veces —respondió, mirándolo fijo. Sabía que sonaba duro, pero era honesto. Se suponía que podía ser honesto, ¿no?—. ¿Y tú? ¿Has estado bien?

Jungkook le dio vueltas con el dedo a la agarradera de la taza y frunció la boca, amigable, extrañado, incómodo.

—A veces.

El silencio, aunque habría sido cómodo en el pasado, pesó por unos minutos. Ambos estaban tensos, con toda razón; y aunque el tiempo y las lecciones hicieran de Jungkook una persona más paciente y amena ante las circunstancias difíciles, en su propio proceso había hecho a Taehyung menos conforme.

Saber hablar o no hablar; esperar o no esperar; todo un arte por ejercitar. Quizá por eso las cosas habían cambiado.

Quizá por eso Taehyung fue directo: —¿Quieres que tomemos café en silencio hasta que nos despidamos como una mala cita a ciegas asignada, o vas a decirme por qué quisiste hablarme hoy después de tanto? —dio un sorbo de su taza al terminar su pregunta.

Jungkook solo lo miró unos segundos.

—Yo pensé que esperábamos que me dijeras qué hacías en el cinema hoy.

Taehyung se ahogó con el café, y tosió.

—Sin duda tenemos concepciones distintas de esta situación.

Como siempre, pensó, pero su interior era cálido cuando las palabras tuvieron sentido. Habían estado en contra desde el primer día. Habían sido unos completos tontos entonces.

¿Qué tan tontos eran ahora?

—No creo que sean tontos —interrumpió el terapeuta de Taehyung, en el presente en el que todo era una historia que ponía al paciente muy sonrojado—. Dijiste que se veía diferente; que hablaba diferente. Te explicó que quería, aunque sonara extraño, agradecerte por besarte y patearlo; después de que le dijiste por qué habías ido al cinema; y fue ameno.

Taehyung rio seco, como incrédulo.

—El muy culo se rio y no me explicó nada del lío de la guionista...

Estudio de besos «KookTae» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora