Solo por eclipsar

13K 1.3K 86
                                    

Era una de las últimas escenas de todo el rodaje. Un año y dos meses habían transcurrido, incontables estudios de besos, incontables malentendidos, discusiones, visitas de Jimin al set.

Los amantes ficticios se sostenían una última vez, el final tan trágico y feliz dándoles umbral ante un vacío, en uno de los montes de la ciudad. Ellos se dejarían caer, abrazados de lado y los recibiría un inflable del otro lado.

Pero ellos vivían en ese guion, y Taehyung podía sentir, entre el maquillaje y las heridas falsas, que a Jungkook le temblaban las manos. Que él mismo anhelaba su beso como el amante maltratado que moriría para salvarse. El ocaso ante la noche les besaba los pómulos a ambos, interpretando la leyenda urbana que yacía en el mismo barranco.

Se consolaron, emanando lágrimas. Las yemas de Jungkook en su piel cosquilleaban como terciopelo. Se dijeron que valdría la pena, que podían irse en paz. Que estarían bien, ambos acometiendo suicidio.

Taehyung buscó la boca ajena, con los ojos nubosos para sellar la última escena. Jungkook atrapó su beso, amasando en sus mejillas con suavidad.

Entonces Taehyung como Taehyung, afligido más allá de su personaje —la noche anterior Jungkook lo había atacado, besado y chupado en su camioneta diciéndole que debían terminar con sus encuentros—, se abrumó de impotencia. Esa impotencia, mezclada con la angustia y la tristeza de su personaje, lo derrumbó en ese beso.

Jungkook lo sintió.

Jungkook lo apretó fuerte, volviéndose su apoyo. Eso no estaba en el guion, pero el director no se molestó en cortarlo: la química entre ambos actores era tan fuerte que aceptaría cualquier gesto de ellos. Habían tenido tantos líos al principio... ¿cómo podían ser solo uno, de esa manera, ante todos, en perfecta sincronía?

Jungkook saboreó la sal de las lágrimas ajenas en el beso. Ellos se separaron, dijeron más líneas, y se abrazaron. Jungkook acarició firme en la espalda de Taehyung y suspiró entrecortado. Su corazón se estaba poniendo pesado.

Más pesado de lo que podía soportar.

Se dejaron caer, finalizando la película.

Solo hubo silencio y brisa.

Jungkook se quedó viendo el cielo atardeciendo, mientras el staff iba a por ellos al inflable. Su mano todavía apretaba la de Taehyung.

Ninguno de los dos dijo nada. Ellos habían terminado su trabajo. Ellos por fin dejarían de soportarse. Había acabado.

Taehyung inhaló.

—Estás lastimando mi mano. ¿Puedes soltarme?

Jungkook no pareció escuchar.

Taehyung se le quedó viendo unos segundos cuando haló del agarre.

—¿Jungkook?

El hombre mencionado lo miró ante su llamado.

Taehyung no supo cómo reaccionar ante la bruma que distinguió en sus ojos. Taehyung continuaba algo ofendido por todo, así que movió su mano contra la palma ajena hasta zafarla, y se comenzó a levantar.

El cielo oscureció sobre ellos.



Park Jimin entendió el tipo de ser humano que era su novio solo después de meses de salir juntos. La historia no era demasiado caótica, ambos compartiendo algunas clases en la universidad aunque no cursaran las mismas carreras, sin hablar por primera vez hasta que Jungkook, en su debut como actor, fuera al mismo estudio en el que a Jimin le tomarían fotos para un catálogo con la reciente diseñadora con la que había firmado un contrato. Jimin había derramado su agua con gas en la chaqueta del hombre. Jimin se había disculpado y se había cerciorado de que volvieran a verse en cuanto mandara la chaqueta a la lavandería. La tela de esa chaqueta se había desgastado con el gas y Jimin supo que Jungkook lo supo cuando lo vio a los ojos, la tensión perceptible en su semblante; pero en su insistencia, Jimin se la llevó, leyó en la etiqueta y compró la misma (habría querido decir que no había sido realmente algo, pero Jimin todavía no estaba muy establecido en su carrera y ahí se le había ido parte importante de su salario). Jimin supo que Jungkook supo, también, que le había comprado otra. Pero fue lo mismo cuando bebieron de sus cafés, dos semanas después, que cuando ocurrió el pequeño accidente: solo tensión en los ojos del actor, sin decir una sola palabra.

Estudio de besos «KookTae» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora