3. Adaptación

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Nolan se decide a seguir el consejo de Theo: empieza por asegurarse de que la manada McCall no tenga que encontrar su cadáver, y luego (cada vez que el sentimiento enfermizo y retorcido de su pecho empieza a retorcerse) se concentra en averiguar el resto.

Es bastante fácil, al principio: sólo tiene que dejar que Liam, Mason y Corey lo lleven de clase en clase durante la semana siguiente como perros pastores particularmente neuróticos, Liam mirando constantemente por encima de su hombro como si le preocupara que Monroe fuera a salir de la sala de Química o algo así, lo cual no es exactamente imposible, mientras que Mason tira tenazmente de Nolan para conversar, y con la misma tenacidad hace que Corey haga lo mismo.

Reciben algunas miradas extrañas (en realidad, reciben muchas miradas extrañas; una parte no despreciable de la escuela estaba allí o se enteró de que Nolan y Gabe le dieron una paliza a Liam aquella vez) pero todas se desentienden de los miembros de la manada McCall, como si el cuarteto actual fuera todo lo que necesitan.

Esto hace que el comentario burlón de Nolan a Jiang en la comisaría (no te refieres a tu manada) parezca aún más estúpido.

El primer contratiempo en la resolución de Nolan llega una semana después del ataque, cuando la manada McCall ya no vigila la casa de Nolan las veinticuatro horas del día, sino que Liam, Mason y Corey (la 'pandilla del instituto' aparentemente llamada así por Theo y cuyo apelativo, por desgracia, ya está grabado en piedra) siguen arrastrándolo.

Nolan intenta averiguar cómo decirles que está bien, que el peligro inmediato parece haber pasado, que ahora que la manada de McCall es consciente del interés de Monroe por él, ya no tienen que preocuparse por él tan específicamente.

Pero parece que nunca llega a hacerlo. Sigue detrás de ellos, o más bien delante de ellos; Liam tiene la manía de ir en la retaguardia de su pequeño grupo, lo que a Nolan le resulta alternativamente divertido y un poco trágico.

Pero ese contratiempo se resuelve de la manera más anticlimática posible hacia el final de la primera semana, cuando el entrenamiento de lacrosse está terminando, Corey y Liam en el campo y Mason y Nolan en las gradas.

Liam mira a Mason y grita -Theo- y Mason levanta el brazo y le da un pulgar hacia arriba.

Nolan se traga una sonrisa ante sus payasadas y sigue recogiendo sus cosas, con la mente dándole vueltas a sus planes para el resto de la noche: volver a casa, terminar lo último de su laboratorio de biología, ver episodios de Chopped en un intento de mantener su cerebro ocupado sin pensar y alejado de los recuerdos de Rossler sonriéndole, con la mano apretada en el cuello y la sangre de Nolan manchando sus nudillos levantados.

Se levanta cuando Mason lo hace, echándose la mochila al hombro, y le sigue hacia abajo y fuera de las gradas. Llegan al suelo y Nolan gira a la izquierda, hacia el aparcamiento, con la boca entreabierta para decir hasta mañana a Mason mientras se dirige a su coche.

-Oh, ¿conoces el camino a casa de Theo?- Mason pregunta vacilante por detrás de él.

Nolan se detiene y se gira para mirarle: -¿Qué?-

Mason le devuelve la mirada confusa -Quiero decir, si lo sabes, es genial, podemos encontrarnos allí, sólo pensé que querrías seguirme a mí o a Liam-

Nolan se queda de pie y lo mira fijamente, desconcertado. Mason no tarda en atar cabos y hace una mueca, frotándose una mano en la nuca.

-Cierto, lo siento- dice, inexplicablemente -Probablemente estés harto de que nos cernamos sobre ti. Sé que podemos ser mucho para manejar-

No es lo que Nolan esperaba, y se da cuenta al instante de que Mason juntó mal las piezas. Pero Mason no le da tiempo a recuperarse, sino que hace otra mueca (probablemente a sí mismo) y saca su teléfono.

Sé todo tipo de cosas que no creo - Teen Wolf; Thiam [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora