⸻ Prólogo

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El despertador marcó las nueve de la mañana llamando mi atención con un ruído insoportable

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El despertador marcó las nueve de la mañana llamando mi atención con un ruído insoportable. Puta mañana de mierda, a veces quisiera que las alamas de todo el mundo pasaran tan lento antes de las ocho para poder dejarme dormir, mínimo, cinco minutos más... ¿Sólo cinco minutos? ¡No, espera, más! cuatro horas, sólo así sí estaría conforme.

Lastimosamente para mi persona y suerte no era el caso, hoy iba a ser un día agotador; tenía que ayudar a mi madre con compras para la casa ya que mi padre es un holgazán señor que se queja de un insignificante movimiento lejos de su sofá. Juro que hay días en los que no llego de un buen ánimo a casa, o ya de por sí vago la sala principal, ver ese sillón me hace querer tomar un hacha y partirlo a la mitad. No me importa si me priva de ver a mi novia o salir con mis amigos, estoy harto de siempre tener la estúpida imagen mental de mi padre bebiendo a sorbos una taza de café, sentado en un cojín y leyendo un periódico. Odio a mi padre, jamás me cansaré de repetirlo; adoro pensar maldades sobre él, porque es desestresante. Aunque ninguna palabra de protesta sale demi boca nunca.

En cuanto mi vida social, sí, una mierda también. Y no es que esté enfadado con alguien; no, no. Amo a mi grupo más que a mi propia familia, fueron los que me vieron crecer, los que me ayudaron con tanto, estoy muy agradecido con aquellos. Es sólo que ahora básicamente nos reunimos para armar planes de cómo batallar contra Vecna. Nada de salidas, grupo feliz. Son solamente días grises llenos de palabrerío que me marea ya que jamás llegamos a un acuerdo con alguna hipótesis propuesta. Estoy totalmente abrumado; mis nuevos días, qué digo días, mi nueva vida, ya no es tan fausta como anteriormente de Vecna solía ser. Antes sonreía por estar contento, ahora sonrío cuando finalmente termina el día de discurso.

Y no, las cosas con Eleven no estaban yendo bien. No tenía tiempo suficiente para estar con ella ya que lo único en lo que pensaba era en llegar a mi hogar, tomar una cálida ducha e irme a dormir, estaba cansado de tanto, cansado de todo por mi nueva vida. Max todavía no daba señales de despertar, y aún tengo mis dudas respecto a su ''futura mejoría de salud''. Lucas o se la pasa metido en el hospital, o siempre está deprimido en nuestras conferencias. Dustin solo salía de casa para dichas juntadas o usando su nuevo computador, tenía mucho que superar por Eddie... sí, todavía seguía con la idea de su muerte, y su novia estaba siendo de apoyo, en lo personal; me cae bien Suzie. Steve, Robin, Jonathan, Nancy... metidos en sus vidas personales y reunidos cuando... bueno, ya saben.

Will... Will es extraño. Extraño en el sentido de que ya no se comporta como antes, ahora es alguien más serio, casi como Jonathan, o en camino a serlo. Y me gusta que lo sea. Digo, por su personalidad; siento que me hace algo... creo que lo admiro, me sorprende. La familia Byers con su nuevo integrante: Hopper, pareja de Joyce; se mudaron en la cabaña que solía vivir el jefe de policia. Es un poco pequeña, pero teniendo en cuenta que Jonathan no está casi nunca en casa y hasta la misma pareja trabaja casi todo el día, en aquella vivienda sólo existen Will y Eleven.

Y como dije antes, mi nueva vida es horrible. Hawkins se está yendo al carajo, mi pueblo, mi amado pueblo, estaba pasando por catástrofes y más tormentos, la gente que lamentablemente no podía irse estaba asustada y horrorizada; parecía que el Upside Down quería fusionarse con nuestro lado, tomando el entorno del pueblo con el ambiente más tétrico que pude vivir en carne propia. Nubes de un color gris oscuro tirando a negro, entristeciendo el cielo con aquel perturbador tono. Acompañado de rayos y relámpagos carmesí como si fueran venas transportando sangre. Hawkins ya no era Hawkins, y si seguía así, el pueblo tan sólo sería víctima del primer lugar en el mundo destruído por Vecna, esto recién empezaba, ya que lenta y dolorosamente se estaba comiendo el lugar en donde yo vivo y siempre viví...

ANOTHER DIMENSION WITH YOU ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora