⸻ Capítulo 30

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Will era un estallido de enegía positiva el día de hoy, se había levantado de un muy buen humor, de ese que inundaba de alegría la casa; y no lo culpo, de hecho, yo también he estado siendo muy amoroso con él desde la mañana, estaba contento por lo de la noche anterior, y supuse que él también, demasiado. Aunque admitía que tenía una leve molestia en la garganta, dolía un poco cuando tragaba, pero ya se me pasaría. Me daban un poco de vergüenza pensar el hecho de lo ruidosos que fuimos, oír una posible protesta o algo parecido de mis padres, sin embargo, allí se ubicaban ellos; mi mamá tarareando una canción mientras cocinaba huevo revuelto. Y mi padre, él lavaba los platos al lado de ella. Una imagen que me gustaría ver si no estuviese aquí. Al carajo.

Bebí un sorbo de jugo y me acomodé en mi silla. Will había terminado de desayunar, dejando el plato, casi impecable, con algún que otro rastro de miel de maple. ─ Muchas gracias, Karisse. ─ embozó una complacida sonrisa a su suegra, esta le devolvió el gesto. ─ Estuvo muy rico. ─ tomó la servilleta que estaba al frente del plato, limpiándose la comisura de sus labios. ¿Karisse?, nunca he pensado en ese apodo, ni escuché a alguien más decirle así a mi madre.

Miraba fijamente a mi novio, el como tenía unas lindas facciones desde que nos sentamos a comer. Solté una risa nasal cuando Will sacó el papel de su rostro, tenía una leve marca en sus labios, no era notoria, a causa de la mordida que le había dejado anoche. Me miró escéptico, aunque sabía que por dentro tenía ganas de reír. ─ Oh, tienes un poco aquí. ─ dijo la rubia, pasando la lengua sobre su pulgar, aseando la zona de su mentón, un divertido rastro de migajas.

El ambiente familiar con Will era diferente, la casa desprendía un apacible aroma a limón. ¿Desde cuándo mi casa huele así? la cucharita de plástico se deslizó afuera de los pequeños labios de Holly, ella se alimentaba sola mientras observaba un libro de antología infantil, supongo que admirando los dibujillos de animalitos, dudo mucho que Will se haya fijado en un detalle como el aprendizaje de mi hermana. Ella me dirigió la mirada y yo solo le sonreí, me devolvió el gesto con una mueca desconcentrada.

Carraspeó. ─ Estuve pensando... ─ habló mi padre. ─ ¿Quieren acompañarnos a hacer las compras? ─ le lanzó una sospechosa mirada a mi madre, como si esperaba recibir la sugerencia de esta. ─ Hace mucho no nos acompañas, Will. Creo que la última vez fue hace un año. ─

A Will pareció gustarle la idea, a mí me dio igual, o no lo sé, un porcentaje menor que el 30% de acuerdo. ─ Sí ─ enfatizó divertidamente la palabra. ─ nos llevaron a una tienda de ropa y luego fuimos al Arcade. ─ recordó con una sonrisa, y yo no. Tomó de mi mano por encima de sus piernas, probablemente esperando una respuesta mía.─ ¿Qué dices, Mike? ─ preguntó el hombre. Mi mente solo se enfocó en Will, en los planes que tenía con él, refiriéndome a las salidas; y el hecho de no tener muchas ganas de salir con mis padres, justamente de compras.

─ Ah... ─ miré a un Will entusiasmado. ─ es que estoy cansado, no tengo ganas de salir de casa... ahora. ─

El castaño se giró a mí. ─ ¿Qué pasa? ─

─ No pasa nada, es solo que preferiría ir a otro lugar contigo hoy, no lo sé, pasear. ─ hablé en voz baja.

─ Bueno, si no quieren no hay problema. ─ aclaró Ted. ─ De igual forma, quizá les aburra, solo íbamos a hacer compras para la casa. ─ sospeché. De pronto una ola se nos vino encima, ¿El entorno estuvo siendo incómodo, desde que ambos nos sentamos a desayunar, y no me di cuenta? Solo suplico porque no hagan algún comentario sobre nosotros, quizás me estoy preocupando de más.

─ ¿Iremos de compras? ─ saltó Holly contenta, bueno, ella será un reemplazo, creo. ─ ¡Qué bien! ─ exclamó. Miré a Will, me estaba desesperando que él se quede mirando el cuaderno de Holly en vez de mis ojos, porque necesitaba saber que expresaba él, y necesitaba que él se enterara lo que expreso yo. Una apenada timidez profunda...

ANOTHER DIMENSION WITH YOU ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora