Epílogo

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—Antes de subir al escenario, estuve haciendo un retroceso de todo lo que me ha traído a este momento. Estoy segura de que mi yo de hace un año, se tiraría de los pelos si se enterarse que terminé estudiando Marketing y que, en realidad, estoy amando esa carrera y que, por otro lado, no se me da tan bien como pensaba, el cantar, actuar, pintar ni escribir.

Lo que pasa, amigos míos, es que la Artemis de hace un año estaba confundida. No se conocía y no entendía sus virtudes. Ella es creativa y le encanta crear, se siente viva cuando lo hace, pero se equivocó al pensar, que lo creativo solo habitaba en el mundo de las Artes, para las que, como ya dije, al parecer, no era muy buena.

Lo curioso, es que, dentro de este mundo de las Artes, Artemis también tiene un lugar para ella, pero es un lugar muy inesperado para las expectativas que se había pintado en la cabeza, resulta que al final escogió: «La dirección de cine». En verdad, créanme que es una locura, si me hubieran conocido hace un año, lo entenderían. En fin, les cuento todo esto para que entiendan, lo que voy a explicar ahora.

Las posibilidades son infinitas, sí, sí que lo son. Solo que a veces, el miedo, las inseguridades y lo que nos han dicho por años. Nos hace pensar que solo existe una alternativa, si somos optimistas, quizás dos. El truco está en entender, que no debemos limitarnos, en aprender a ser valientes y probar las cosas que nos dan miedo, porque solo así, sabremos si allí hay un tesoro esperando a por nosotros.

La verdad, es algo que a mí me hubiera gustado saber hace un año, cuando estaba a punto de decidir mi futuro. Estaba confundida y asustada, creía que sabía lo que quería, pero la vida se encargó de demostrarme que no era así.

Resulta, que descubrí lo que más amo hacer, dentro de la carrera que creí odiar y encontré las herramientas para apoyar eso que ahora amo, dentro de la carrera que creí era para mí, al final, ambas me regalaron cosas valiosas, pero ninguna de esas cosas fueron lo que yo había imaginado.

Una vez, alguien especial para mí me dijo que estábamos hechos de estrellas. Me lanzó un montón de datos científicos de porqué eso era un hecho, pero había un mensaje más profundo en aquella afirmación y ese mensaje era, que todos y cada uno de nosotros, tenemos una luz interior esperando a ser encendida y es una luz única, una muy particular para cada individuo que habita esta tierra y ¿adivinen qué? He descubierto el método infalible para encenderla.

Primero, conócete y descubre por tu cuenta, lo que en verdad te gusta. Nunca dejes que otros te digan quien eres; segundo, no juzgues una circunstancia sin antes de experimentarla, porque si no la vives, tus decisiones se basarán en ideas, no en hechos; tercero, no tengas miedo a intentar y fallar, fallar es aprender y aprender significa que has ganado y cuarto, hagas lo que hagas, hazlo siempre desde el corazón, él te avisará cual es el camino correcto y te enseñará a confiar en ti.

Les prometo, que si entienden y aplican lo que acabo de decir, la decisión que tienen por delante será realmente sencilla, les deseo mucho éxito.

Terminé el discurso sintiéndome orgullosa de no haberme trabado ni una sola vez. Los estudiantes aspirantes para entrar en la UBV aplaudieron enérgicamente y eso me hizo sentir que algo de mi mensaje les había llegado.

♡♡♡

Gracias por llegar hasta el final de la historia y por acompañar a mis personajes por esta linda y caótica aventura. 

Aún me estoy planteando si habrá una parte dos de esta historia, ya que el romance entre Artemis y Adrián me gusta mucho y me gustaría darle más desarrollo a su relación. Les avisaré en mis redes cualquier novedad al respecto.

¡Los quiero mucho!

¡Los quiero mucho!

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