Monstruo del Lago Ness

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No vayas más lejos, no toques a ese hombre. Regresa de inmediato.

-San Columba

La famosa leyenda de este monstruo data desde el año 565 d.c, se dice que el monje San Columba salvó mediante rezos y haciendo la señal de una cruz la vida de un hombre que estaba siendo atacado por un monstruo que intentaba jalarlo a las profundidades del Lago Ness, Escocia. La misteriosa criatura soltó al hombre y volvió a las oscuras aguas del profundo lago.
Durante los siguientes siglos se reportaron numerosos avistamientos en el lago, hechos que impulsaron tanto el turismo como el interés de ver o capturar a este mítico monstruo cuyas descripciones eran variadas. Hubo testigos que lo describían como una serpiente gigante que reptaba en el agua, otros como un animal tan grande parecido a una ballena, pero con un cuello largo como jirafa, cabeza similar a la de una serpiente y una joroba en su espalda.
Estas últimas características recordaban a los plesiosaurios, reptiles marinos que aparecieron en el jurásico, convivieron con los dinosaurios y se extinguieron hace 65 millones de años. En Gran Bretaña (a cientos de kilómetros de distancia) se han encontrado fósiles de Attenborosaurus y en Inglaterra se encontraron fósiles de Ichthyosaurus, y me he puesto a pensar que quizás una población de estas especies quedó atrapada en el Lago Ness, logrando vivir en cuevas submarinas y alimentándose de peces.
Lamentablemente, la gran mayoría de fotos del monstruo (apodado Nessie) no son más que montajes, imágenes editadas o fraudes realizados por estafadores con las que cobraban mucho dinero. Una de ellas es la famosa foto de 1934 que logró engañar a todo el mundo, pues muchos sí creyeron que dicha foto era una prueba verídica que demostraba la existencia del monstruo. A continuación puedes ver la famosa imagen:

La foto resultó ser un submarino de juguete el cual tenía un cuello de arcilla incrustado a este y después fue colocado en el agua

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La foto resultó ser un submarino de juguete el cual tenía un cuello de arcilla incrustado a este y después fue colocado en el agua. Esto fue declarado por autor de la foto, el cirujano Robert Kenneth Wilson años después que la foto se hiciera famosa mundialmente.
Los avistamientos continuaron con el paso de los años, escuché esta leyenda a mis 9 años cuando almorzaba con mi mamá en un restaurante de mariscos en Inverness. Había muchas fotos, pinturas y retratos que adornaban el lugar, entre ellas vi esa antigua foto.
Mi mamá, extrañada por la rara fotografía, le preguntó al mesero qué animal era ese y muy amablemente nos contó la leyenda de Nessie. También nos aclaró la falsedad de tal foto y que no había tal monstruo viviendo en el lago, eso creía.
Cuando comencé con mi carrera de zoólogo siendo un adulto joven decidí viajar al Lago Ness (antes de cruzar cientos de fronteras), quería afirmar o negar de una vez por todas la existencia de uno de los monstruos marinos más famosos del globo.
Era muy probable que solo se tratasen de bancos de peces que dan la impresión de ser un animal grande, un lucio mal identificado, o una anguila gigante de agua dulce. Junté varias latas de sardinas y anchoas para vaciarlas en un balde, eran la carnada ideal para atraer al misterioso animal. Iba armado con un arpón y una cámara. Coloqué un poco de la carnada en un muelle y el resto lo puse en la orilla pedrada del lago. Para intentar mimetizarme me coloqué un traje de cazador que es capaz de camuflarte en un entorno salvaje y esperé pacientemente.
Llegada la tarde escuché algo que emergía del agua y lo que mis ojos vieron fue una criatura de color gris verdoso, cuello largo, cabeza de serpiente con 2 cuernos sobre sus ojos, un cuerpo ancho como tortuga y 4 aletas. El monstruo del Lago Ness comenzó a comerse el montón de pescado que dejé en el muelle y después se acercó a la orilla atraído por el resto que coloqué.
Con extremo sigilo tomé mi cámara y logré tomarle una foto a la criatura, la primera foto real en donde se podía apreciar al legendario Nessie. Para mi mala suerte, el ruido de la cámara alertó al monstruo y en lugar de atacarme solo se sumergió en las profundidades.

 Para mi mala suerte, el ruido de la cámara alertó al monstruo y en lugar de atacarme solo se sumergió en las profundidades

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