Dragón Marino

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Ahora ya sé qué fue lo que inspiró al mito del Leviatán, fue una de estas criaturas de proporciones semi-titánicas capaces de controlar el nivel de los mares y de provocar maelstroms y huracanes cuando se enojan demasiado.

Los dragones marinos son los encargados de que el mar no inunde las costas y evitan catástrofes marítimas, lo más extraño del asunto es que si se enojan pueden desatar caos y destrucción en el océano.

Miden poco más que una ballena jorobada adulta, tiene patas palmeadas en lugar de alas que le permiten moverse en su ambiente acuático sin mucho esfuerzo, incluso pueden poner resistencia a la peligrosa resaca. Su habilidad más peligrosa es que escupe chorros de agua hirviendo a sus contrincantes.

Compiten con las serpientes marinas por territorio y por alimento, aunque ambas especies están igualadas en fuerza, pero sigo preguntándome quién ganaría un feroz combate en altamar.

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