Louis no podía explicar el dolor que sintió en el pecho durante aquella interminable mañana, en la que muy a su pesar, no dejaba de coincidir con los amigos de Harry en los pasillos, y por razones obvias, con Harry.
El joven de ojos esmeralda, había intentado ayudarlo con todos sus buenos deseos e intenciones, pero Louis no había podido hacer más que despreciarlo y literalmente, pisotearlo. Se sentía el ser más despreciable en la faz de la tierra cada vez que Harry esquivaba su mirada cuando sus ojos se encontraban, odiaba las risas obscenas de sus compañeros, amortiguadas por sus pensamientos cuando lo observaba al final de la clase, charlando con sus amigos.
No podía confíar en nadie más que en él mismo, y se odiaba a sí mismo por haber dañado a alguien con sus acciones, pero sentía que era la única manera de aparentar que todo se encontraba en orden, evitando que los demás se preocupasen, asegurando que él estaba bien.
Harry sabía que aquello no era cierto.
Los pinchazos en su pecho se hacían más dolorosos y constantes cuando los ojos de Louis buscaban los suyos. No podía comprender el por qué de su interés cuando instantes atrás lo había humillado entre el gentío de alumnos.
Tragó saliva y se levantó tras haber recogido, dirigiéndose hacia su aula, apretando los cuadernos contra su pecho, sobrepensando tal vez, por qué Louis habría tomado esas decisiones respecto a él.
¿Había hecho algo malo? ¿Había algo en él que le molestaba? ¿Por qué no podía decírselo? ¿Por qué le trataba de ese modo? ¿Podía él hacer algo para ayudarlo?
A pesar de todo, del dolor, de la confusión y de la tristeza, Harry no consiguió enfadarse con Louis. No había manera de que el interior del rizado crease el mínimo sentimiento de odio hacia el ojiazul. Simplemente no podía.
Lo comprendía.
Podía entender que Louis no quisiese compartir sus sentimientos, sus pensamientos o que siquiera evitase buscar ayuda en brazos de cualquier otra persona. No estab enfadado, ni estaba decepcionado, sólo confundido.
Pero le esperaría. Harry esperaría a Louis con ansias, hasta que estuviese preparado para tomar su mano, pues sabía que aquel extraño rencor y odio hacia él, no duraría mucho. Louis no era como quería aparentar, y tal vez Harry le conociese mejor de lo que ambos creían.
-Será una broma.-dijo Niall, agarrando incrédulo la hoja rellena de su examen.
-¿Qué has sacado?-le preguntó Harry, alzando su vista sobre el hombro de su amigo desde la fila trasera.
-¡Un cuatro!-agitó los brazos en un movimiento que sobresaltó a Harry, regresándolo de golpe a su silla.
Zayn rió en el pupitre de al lado.
-¿De qué demonios te ríes?- Niall le fulminó con la mirada.-¿Sabes lo que estudié para este examen?
-La tarde de antes, dirás.
-Tú cállate, Harry.- le chistó el rubio.
Harry se cruzó de brazos, apoyando su espalda en el respaldo, esperando que el profesor de historia le entregase su examen.
-Eso es porque lo miras en tu teléfono.-Niall rodó los ojos al ver el 10 subrayado en rojo en el examen de Zayn.
-Serás envidioso.
-Realista.
-Envidioso.
-REALISTA.
-Lo que tú digas.-Zayn lo dio por causa perdida, riéndose de la situación.
ESTÁS LEYENDO
sinceramente, tuyo
Roman pour AdolescentsDurante años, el joven del cabello de chocolate ha suspirado entre las esquinas de su pintoresco pueblo el nombre del castaño de ojos índigo sin recibir recompensa alguna por ello. Louis es carismático, apuesto e indulgente, dispuesto a conseguir su...