Capítulo 2: "El sobre de color azul"

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Acabamos de llegar a Colombia. Mientras que esperamos a que nos den las maletas, Vicky me tortura recordándome el sobre azul pero resulta que tengo que esperar a que lleguemos al hotel.

Hasta que al fin recogemos nuestras maletas, pedimos un taxi y le decimos al taxista que nos lleve al hotel. Él responde asintiendo con la cabeza y empieza a dirigirse hacia nuestro hotel. Durante el camino, suenan varias canciones de Sebastián Yatra, yo obviamente las canto todas a todo pulmón. El taxista y Vicky se quedaron alucinados y de vez en cuando se quejaban pero no me importaba.

Cuando llegamos al hotel, rápidamente cogimos las maletas y fuimos a nuestras habitaciones correspondientes. En cuanto dejé las maletas, cogí el sobre azul y empecé a abrirlo. 

Vicky se puso a mi lado sonriendo, en cuanto lo abrí noté como cálidas lágrimas empezaban a recorrer mis mejillas. Estaba temblando cuando vi dos entradas para el concierto de Sebastián Yatra, rápidamente la abracé con mucha fuerza. Ahora mismo me siento más feliz que el día de mi boda antes de la impactante noticia de mi hermana. 

Vicky y yo nos pasamos el resto de la tarde vaciando las maletas y llenando los armarios con nuestras cosas. Una vez todo recogido y ordenado, decidimos pedir una pizza a domicilio, pero al parecer no hay, así que ambas nos vestimos y fuimos a cenar a un restaurante de la ciudad de Bogotá.

Cuando llegamos al restaurante, pedimos una mesa para dos y la mesera nos dirigió hacia una mesa que estaba junto a la ventana. Me di cuenta de que al lado de nuestra mesa había un chico de unos 27 años con gorra y gafas de sol. Ese hombre me recordaba a alguien.

—Oye Vicky, ese chico de al lado, ¿No te recuerda a alguien?—le pregunto a mi mejor amiga susurrando. Ella dirige la vista al hombre y niega con la cabeza. Decido no darle importancia y pedir de una vez la comida, ¡ME MUERO DE HAMBRE!

Vicky y yo hemos pedido el mismo plato, espaguetis a la carbonara. Queríamos pedir un plato típico de aquí, pero teníamos tanta hambre que no queríamos pensar mucho >:) 

Mientras que Vicky pide la comida, noto como alguien me clava la mirada y me siento observada; era el hombre de la mesa de al lado. Cuando decidí voltearme, el hombre giró la cabeza hacia otro lado. Vale, ahora sí que me recuerda a alguien... Pero es imposible que sea él. Al verle de perfil, me recordaba a Sebastián Yatra. No me lo creo, es imposible que él esté aquí. De repente escucho la voz de Vicky que hace que salga de mis pensamientos.

—T/N, ¿Estás bien?—pregunta ella.

—Sí sí, tranquila, es que el chico de al lado me recuerda a Sebastián Yatra.—le explico.

—¿¡QUÉ!? T/N eso es imposible.—dice Vicky convencida. Ella tiene razón, además Sebastián Yatra no se quedaría mirando a alguien como yo.

Cuando llega la comida, el hombre de al lado se levanta y de repente se le caen las gafas, por un momento me quedé paralizada, pero cuando me di cuenta de que ese hombre es Sebastián Yatra, me levanto rápidamente. Él empieza a caminar más rápido y yo voy tras él, pero cuando llegué a la salida ya no estaba.

Me di cuenta de que sus gafas se habían quedado tiradas en el suelo, rápidamente las cojo y me dirijo a nuestra mesa. 

Vicky me pregunta por qué salí tan deprisa detrás de ese hombre. Yo le tuve que explicar, le dije que ese hombre era Sebastián Yatra y que antes se me quedaba mirando sin ninguna razón. 

Ella se quedó impresionada y no supo qué decir, pero su cara ya me decía que debí haber salido corriendo y haberle pedido explicaciones a Yatra. 

Cuando terminamos de cenar, pedimos la cuenta y cogimos un taxi para volver al hotel. 

Una vez en el hotel, me puse el pijama y me dormí inmediatamente, Vicky no tardó en hacer lo mismo.

Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora