Capítulo 7: "Ya No Tiene Novio"

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Cuando salgo del hotel, veo a Sebastián ahí esperando con un ramo de flores en la mano. De repente noto mis mejillas arder y a Sebas se le escapa una sonrisa. Yo no puedo evitar sonreír y él se acerca a mí, me pone una mano en la mejilla y me da el ramo de flores.

—Hola preciosa, ¿cómo amaneces?—dice Yatra cariñosamente. Amo cuando me dice preciosa, aunque yo no lo sea me halaga.

—Muy bien, me pilló por sorpresa tu mensaje, no esperaba que me invitaras a desayunar.—le digo con algo de desconfianza. Desconfío por lo que pasó con mi ex, además que a Yatra le conozco hace muy poco tiempo.

—Pues hoy tenía libre y quería invitar a la mujer más preciosa del planeta a un desayuno.—dice con voz tierna y con ese acento colombiano que tan loca me vuelve.

—Ahhh, entiendo.—le digo y me dirige al coche para llevarme a la cafetería.

Cuando llegamos a la cafetería, me doy cuenta de que es preciosa, tiene ventanas enormes por todo el local, unas mesas de madera y sillas con cojines. Los trabajadores van súper bien vestidos y en la barra un agradable chico tomando nota de los pedidos. 

Sebas y yo nos dirigimos a una mesa cerca de las ventanas, para ver las vistas. Resulta que la cafetería está ubicada en una parte dónde se puede ver un acantilado y el mar.  

—La cafetería es preciosa Sebas.—le digo y de repente él se sonroja y se le escapa una cálida sonrisa.

—¿Por qué sonríes de repente?—le digo riendo y dándole un empujón en el hombro.

—Porque veo que ya vas agarrando confiansa hasia mi y eso me pone contento.—dice con una sonrisa hermosa dibujada en la cara.

—Pues se podría decir que sí.—le digo con media sonrisa. Él se da cuenta de que me he desanimado y me agarra la mano.

—¿Por qué esa cara?—pregunta algo preocupado. ¿Cómo puede existir alguien tan perfecto?

—Porque hace unos meses terminé con mi novio...—le digo.

—Ohhh entonces usted ya no tiene novio.—dice medio cantando con el ritmo de la canción que canta con Mau & Ricky. A mí se me escapa una sonrisa y le miro a los ojos, de repente siento unas enormes ganas de besarlo pero no me pienso lanzar yo.

—Jajaja exactamente.—le digo riendo. Él sonríe y me acaricia suavemente la mano. Yo me sonrojo y aparto la mirada de sus ojos.

—Oyeee, pero no apartes tu hermosos ojos de los míos.—dice él quejándose. Yo no evito reír y vuelvo a mirarle. Sus ojos son hermosos, los amé desde que vi su primer videoclip.

—Tu mirada es preciosa.—le digo sin pensar y cuando me doy cuenta de lo que dije, vuelvo a apartar los ojos de los suyos y agacho la cabeza.

—Jajaja gracias, es un verdadero halago.—dice dándose cuenta de que me ha entrado vergüenza. 

—De nada.—le digo cortada.

Nosotros ya hemos pedido el desayuno, él ha pedido por mí, ha pedido dos arepitas paisa. Ni idea de lo que es, pero voy a confiar.

La mañana se ha pasado súper rápida, en menos de lo esperado se ha hecho casi mediodía. Sebas me deja en casa, me abraza y yo sin pensarlo le doy un beso en la mejilla rechazando el abrazo. Nos despedimos y bien roja entro en el hotel. 

Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora