Capítulo 12: "Robarte Un Beso"

43 3 0
                                    

Cuando Sebas y yo llegamos al hotel, Vicky rápidamente nos pregunta qué pasó con Javier y que me dijo. Yo se lo conté todo con miles de ganas de llorar, pero me aguanté las lágrimas y se lo expliqué todo con calma. Una vez le conté todo, Sebas me abraza con fuerza y me besa en la frente.

Más tarde, los tres decidimos salir a la ciudad para cenar algo ya que en el hotel no nos queda nada para cocinar. Yatra nos ha ofrecido ir a un restaurante muy conocido de aquí, de Bogotá. Nos ha dicho que es un poco caro pero que él está dispuesto a pagar la cena. Sebas es el mejor hombre que jamás he conocido.

Cuando llegamos al restaurante, me pareció como el típico restaurante de película donde el novio lleva a su novia a cenar y le pide matrimonio pero desgraciadamente Sebas y yo aún no somos novios. Creo que somos lo típico de más que amigos pero menos que novios, no es que no me guste, pero me gustaría formalizar mi relación con Yatra. 

—¿Tienen reserva?—pregunta una chica rubia bajita muy mona, que no deja de observar a Yatra.

—Sí, a nombre de Sebastián Obando—dice él, no sabía que había reservado, parece que lo tenía todo planeado.

—Vale, pasen por aquí por favor—dice la camarera dirigiéndonos hacia nuestra mesa para tres.

Cuando llegamos a la mesa, Vicky y yo nos sentamos al lado y Yatra enfrente mío.

—Bueno chicas, ¿que queréis para cenar?—pregunta mi querido Yatra tan atento como siempre.

—Mmmm no sé, decide tú por nosotras.—dice Vicky segura.—Ya que tú eres el colombiano, pide una comida rica de aquí.—termina de decir.

—Está bien, os pediré tamales. Son un plato muy típico de Colombia y Latinoamérica en general.—dice Sebas.—El tamal es una masa de maíz rellena de carnes o verduras, vosotras decidís si queréis carne o verdura.—dice sonriéndome.

—Yo quiero tamales de carne.—le digo muy segura—¿Cuántos vienen en cada plato?

—Vienen tres.—dice Yatra.— Y tú Vicky, ¿de qué quieres los tamales?—le pregunta amablemente.

—Yo tamales de verdura.—dice—voy a empezar a cuidarme un poco más.—y los tres nos reímos.

Cuando pedimos la cena, les digo a Vicky y a Yatra que voy un momento al baño, me levanto y me dirijo al baño. Por el camino, me fijo en que Javier está sentado en la barra bebiendo. Quise correr, pero se me detuvieron las piernas, me empezaron a fallar así que me quedé paralizada. De repente, Javier se da la vuelta y me ve quieta observándolo.

—¿T/N?—pregunta él medio borracho—¿Podemos hablar un momento?

—No, no quiero saber nada más de ti.—le digo y antes de que pudiera seguir hablando me dice.

—¿Has venido con tu novio?—pregunta

—No, vengo con Vicky, si no te importa, me voy al baño—le digo.

—T/N espera...

Entonces él me agarra del brazo, me atrajo hasta él y rápidamente pega sus labios a los míos. Me quise apartar, pero me estaba apretando tanto contra él que no podía moverme. En ese momento sentí tanto odio pero a la vez nostalgia...

Ese beso me hizo recordar todos los momentos que he vivido a su lado. Todas las noches que hemos pasado juntos, todos los viajes que hemos hecho juntos... Me ha hecho recordar toda la vida que hemos planeado. 

De repente se me escapó una lágrima, entonces cuando Javier me aparta de sus labios, me pasa el dedo por la mejilla para secarla y yo me fijo en que Sebas estaba ahí, paralizado, mirando lo que acababa de ocurrir. ¿Por qué la vida es tan cruel conmigo? Entonces, Sebas empieza a irse y yo corriendo voy detrás de él para explicarle exactamente lo que pasó. No quería perderlo, no quiero perderlo. Es el hombre al que amo, es quien quiero que pase el resto de mi vida a mi lado...

Vicky nos ve correr a ambos, pero ella se queda esperando a la comida... Ay, que chiquilla. Yo sigo corriendo desesperada detrás de él hasta que consigo agarrarle del brazo y frenarlo. Él intenta escabullirse pero no lo consigue.

—Sebas por favor, escúchame...—le digo con lágrimas en los ojos.

—No, no T/N, no tengo nada que escuchar, tu y yo no somos na—y le interrumpo pegando mis labios a los suyos mientras me pego a él.

Es un beso tierno, inocente pero desesperado. Sebas me agarra de la cintura y me acaricia el pelo. Desde luego que este beso está muchísimo mejor que el que me acababa de dar con Javier. Sebas tiene otras intenciones conmigo y con este beso me lo acaba de demostrar. 

Cuando nos separamos le abrazo fuerte y le susurro al oído:

—Sebas... el beso que viste entre Javier y yo... Él me obligó.—le dije casi llorando.

—No no, T/N, no te preocupes, sí?—dice él haciendo que yo le mire acariciando mi cara.—Yo actué mal...—dice Sebas. Entonces vuelvo a besarlo, pero esta vez con desesperación.

Entonces se acerca Vicky y dice que la comida ya está en la mesa. Los tres volvemos a la mesa y cenamos. Sebas tenía razón, los tamales están riquísimos.

Más tarde Vicky y yo volvemos al hotel, Sebastián quiso venir así que dormiremos juntos. Mañana será un nuevo día y ya buscaremos una casa. 

Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora