Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)

Capítulo 4: "Tacones Rojos"

Hoy es 18 de Junio, me acabo de despertar y por fin es el día del concierto. Estoy emocionada, estoy contenta, me siento feliz. Por primera vez en mucho tiempo me siento alegre.

Vicky sigue dormida, así que sin hacer ruido, me levanto de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha y empezar el día. Salgo de la ducha y me preparo el desayuno, aprendí la receta de las arepas vallunas, así desayuno ese magnífico plato colombiano.

De repente Vicky se despierta.

—Mmmm, ¿que es ese olor tan rico?— dice ella con voz de recién despierta y hambrienta.

—Se llaman arepas vallunas, son exquisitas.—le digo emocionada.

—Yo quiero porfa, hazme una, tengo hambre.—dice embobada y yo suelto una carcajada.

Entonces le preparo un par de arepas vallunas y ambas desayunamos en silencio, medio dormidas. Cuando terminamos de desayunar, Vicky va hacia el baño como si fuera un zombie y yo no puedo evitar reírme a carcajadas. Ella se da la vuelta y me fulmina con la mirada, yo me río aún más.

Vicky se está duchando, mientras que yo recojo y limpio la cocina. No puedo dejar de hacer cosas, necesito estar distraída para no empezar a gritar de emoción.

Mientras limpio, me pongo música de Sebastián Yatra a todo volumen y suena la canción de "Tacones Rojos". Esa canción es una auténtica maravilla, esa canción es el motivo por el que me compré un par de tacones rojos. Para ir en conjunto a la canción.

El día se está pasando rápido, son las siete y media de la tarde. Vicky y yo nos tenemos que empezar a preparar para ir al concierto más esperado de mi vida.

Ya estamos listas, solo me falta ponerme mis queridos tacones rojos. Me los pongo y emocionadas salimos por la puerta, pedimos un taxi para que nos lleve al concierto y cuando llegamos, abro la puerta contenta y salgo del coche pegando brincos. Vicky no pudo evitar soltar un par de carcajadas. 

Una vez dentro, nos dimos cuenta de que había un sitio libre de la zona VIP justo enfrente del escenario. Nos ponemos ahí y esperamos a que el concierto empiece. Vicky se aburre, y yo estoy emocionada deseando que el concierto comience ya.

Me doy cuenta de que el lugar está hasta los topes de gente, decido grabar esto para publicarlo en Instagram hasta que de repente... ¡EMPIEZA A SONAR MÚSICA! ¡YA VA A EMPEZAR! Le agarro del brazo a mi mejor amiga y empiezo a saltar como si fuera una niña pequeña apunto de abrir los regalos de navidad.

Ésta música no tiene nada que ver con Yatra, creo que están haciendo pruebas de sonido. Aunque aún no ha salido Sebastián Yatra al escenario, me he emocionado tanto que se me saltaban las lágrimas.

Se apagan las luces y la gente empieza a gritar, obviamente yo también empiezo a gritar con todas mis fuerzas. De repente en una pantalla se ve un ojo, el ojo de ¡SEBASTIÁN YATRA! Por fin, por fin, POR FIN estoy en un concierto de mi ídolo.

El concierto empieza con la canción de "Melancólicos Anónimos" que es una de mis canciones favoritas y empiezo a cantarla con toda la alegría y emoción del mundo. Sebastián Yatra se fija en mí y me guiña un ojo, casi me desmayo, es imposible que esto haya pasado. No es posible, le habrá guiñado el ojo a otra chica...

Durante el concierto lo paso genial y hay ratos en los que Yatra me sigue guiñando el ojo. Vicky se da cuenta de esto y me da golpecitos en el brazo. 

Yo no le doy importancia y sigo disfrutando del concierto de mi cantante favorito. De repente Yatra baja del escenario y se dirige hacia mí. Yo no sé qué hacer, no sé cómo reaccionar, no sé qué pensar. Yatra aparta las vallas que separan el escenario del público y me coge de la mano.