Capítulo 14: "Traicionera"

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Cuando vi a mi hermana llorando y embarazada, el corazón se me ablandó directamente. Le agarré la mano fuerte a Sebas y fuimos hacia Juana. Ella nos miró y cuando se dió cuenta de a quién le estoy agarrando fuerte la mano, se levantó rápidamente. Mientras ella se acerca yo le suelto la mano a Yatra y voy corriendo a abrazarla. Soy consciente de todo el daño que me hizo pero es mi hermana y está embarazada.

—Te he echado de menos...—dice ella sollozando otra vez. Ella no es de llorar, supongo que son las hormonas del embarazo.

—Bueno bueno, deja de llorar, ya estoy aquí hermana.—le digo consolándola.

Noto las miradas de Yatra y de Vicky, están sorprendidos pero sobre todo Vicky que sabe a la perfección todo lo que he sufrido por culpa de Juana. Siento como una lágrima recorre toda mi cara... No entiendo porque me pasa esto ahora, en estos casos soy fuerte, pero al ver así a mi hermana y pensar que será madre en unas semanas...

—T/N—me susurra Juana al oído.—¿Ese es Sebastián Yatra?—dice ella secándose las lágrimas

—Sip, el mismo.—le digo sonriendo.

—OHH por Dios, ¿En qué momento lo conociste?—pregunta ella sorprendida

—Cuando me digas todo lo que me tengas que decir, te cuento todo.—le digo sonriéndole.

Entonces Juana, Vicky, Sebas y yo vamos al coche de mi hermana. Como ella está tan cansada, le digo que puedo conducir yo. Así que ahora nos toca un viaje de media hora hasta llegar a la casa de mi hermana.

Cuando llegamos a su casa, Vicky, Sebas y yo dejamos las maletas y nos ponemos cómodos.

—¿Queréis algo para tomar?—pregunta Juana amablemente.

—Vale, yo quiero una Coca-Cola Zero porfa.—le digo a mi hermana.

—A mí dame un vaso con agua.—pide Vicky.

—Y usted Yatra, ¿que quiere?—pregunta demasiado formal.

—Una Coca-Cola Zero por favor.—dice.—Y llámame Sebas.—le sonríe.

—Vale, ahora os traigo las bebidas.—dice Juana y yo rápidamente me levanto para ir a ayudarla.

—Juana, siéntate, yo me encargo de esto, tu descansa.—le digo.

—Gracias hermana.—dice ella con lágrimas en los ojos (otra vez...)

Entonces cojo 4 vasos, la botella de Coca-Cola y la jarra de agua para mi hermana y para Vicky. Cuando llego al salón, me fijo en que hay un silencio demasiado incómodo.

—Aquí tenéis chicos.—les digo colocando los vasos, el agua y el refresco en la mesa bajita.

—Gracias.—dice Juana.

—Bueno, cuéntame Juana, ¿qué quieres hablar conmigo?—le pregunto.

—Quiero contarte la verdad sobre lo que pasó...—dice.—Y la verdad sobre mi embarazo.—dice agachando la cabeza.

—Bueno, te escucho.—le digo

—A ver, tú sabes que yo tenía novio antes... —dice y yo asiento con la cabeza.—Bueno, en realidad no estoy embarazada de Javier.—continúa diciendo.—Dije que estoy embarazada de él porque siempre estuve enamorada de Javier, además aproveché la oportunidad ya que él y yo tuvimos alguna aventura antes de tu boda...—dice tapándose la cara con las manos.

—Vale, para Juana, ya entendí todo... Y debo decirte que estoy decepcionada—le digo.—Ya me da igual, porque está superado, pero sabiendo que éramos tan unidas, debiste habérmelo dicho.—termino de decir.

—Ya lo sé T/N, pero cuando nos diste la noticia, ya no supe qué hacer...—dice ella.—Ahora no sé qué puedo hacer, mi ex no sabe que estoy embarazada de él.—continúa diciendo.—Y tarde o temprano Javier se dará cuenta que todo fue mentira.—termina de decir empezando a llorar. 

Sinceramente al enterarme de esto, pensé que es, como dice la canción de Yatra, una traicionera. Pero ya que, para qué me voy a preocupar si estoy empezando a salir con el hombre más bello del planeta. 

—Hey, tranquila, ya pasó, primero vamos a esperar a que nazca tu bebé.—le digo.—Luego te ayudaré a solucionarlo todo. ¿Papá y mamá saben de esto?—le pregunto.

—No, ellos no saben nada.—dice sollozando. Me fijo en que Sebas y Vicky están ahí mirando sin saber qué decir.

—Vale, pues lo primero que haremos una vez des a luz, será decirles la verdad a nuestros padres.—le digo.—Y ahora cambiemos de tema.—digo sonriente mirando a Sebas.

—Siii, cuéntame, ¿desde cuando estás con Sebas?—pregunta Juana emocionada

—En realidad no somos novios.—le digo.—Estamos conociéndonos.

—Entiendo, y, ¿cómo os conocisteis?—pregunta ella acariciando su panza.

—Pues primero lo vi en un restaurante al que fuimos Vicky y yo el día que llegamos a Colombia.—le digo.—Se le cayeron las gafas y como yo tenía entradas para su concierto, pues allí se las devolví...—le sigo contando.

Una vez le cuento toda la historia, ella empieza a llorar (ay, las hormonas... pobrecita). Vicky contó con mucho más detalle lo que pasó en el concierto, mientras que Sebas y yo estábamos agarrados de la mano. 

De verdad no entiendo porque no somos novios si está más que claro que estamos locamente enamorados. Bueno, también es cierto que nos conocemos hace bastante poco tiempo, así que es normal, solo nos estamos conociendo (con unos besos de por medio jeje).  

Cuando terminamos de hablar, Juana nos dice que tenemos un hotel para quedarnos cerca de su casa. Yo pensaba que nos quedaríamos en su casa, pero si ya ha pagado el hotel, pues no nos queda de otra. Mi hermana nos llevará al hotel, para que no tengamos que pagar un taxi.

Cuando llegamos al hotel, me fijo en que es uno de los mejores hoteles de mi ciudad. Entramos al hotel y pedimos nuestra habitación correspondiente, cuando subimos las maletas y todo, ya nos despedimos de mi hermana, y ella se vuelve a su casa. 

Una vez puestos con el pijama, Vicky se va a su dormitorio, y Sebas y yo al nuestro. Nos ponemos el pijama, nos damos unos besitos y a dormir.  Mañana he quedado con mis padres para contarles qué tal me está yendo en Colombia, contarles todo lo que he vivido allí. Y por supuesto hablarles de la relación que estamos empezando a tener Yatra y yo.

Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora