Desde que lo escuché cantar (Sebastián Yatra y tú)

Capítulo 8: "Sin ti"

Nada más llegar y entrar a mi apartamento, Vicky se acerca emocionada.

—¡¿Qué tal te ha ido?!—dice emocionada.—¿Qué ha pasado para que vengas tan sonrojada?—pregunta con cara pícara.

—Ha sido el mejor desayuno que he tenido en la vida.—digo con cara de enamorada, y cuando me doy cuenta de la cara que tengo me preocupo. Sinceramente no sé si quiero volver a enamorarme después de lo que pasó con Javier y con mi hermana.

—Uyyy, cuenta cuenta cuenta!!!—dice curiosa por saber.

—Pues lo importante es que me ha cogido y acariciado la mano, y que al despedirnos él me iba a dar un abrazo, pero yo le negué el abrazo y le di un beso en la mejilla—le digo sonrojándome y sonriendo.

—Ohhhh, que pasadaaaaaa tía!!!—dice súper nerviosa—Al final Sebas será el amor de tu vida...—dice más calmada. Yo ya no estoy tan emocionada cómo antes, no quiero volver a sufrir como lo hice con Javier el mismo día de mi boda...

Después de un rato, me llega una notificación de Instagram. Miro rápidamente el móvil y es un mensaje de Sebas. Dice que tiene una mala noticia y que necesita hablar conmigo en persona. Me da miedo saber cuál sea esa mala noticia. Me ha dicho que quedemos en la playa justo al atardecer.

Como voy a ir a la playa, me pondré el bikini blanco y un vestido playero. Cuando llego a la playa, veo a Sebas junto a la orilla viendo el inicio del atardecer. Dios este hombre me encanta.

Lentamente me voy acercando a él, lleva una camisa blanca y unos pantalones vaqueros cortos, le favorecen a la perfección y más en este momento del día.

—Hola Sebas.—le digo cuando me coloco justo a su lado. Él se sienta y yo acto seguido hago lo mismo.

—Hola...—dice él algo desanimado. No logro entender porqué está así, normalmente siempre está animado.

—¿Te pasa algo?—le digo con cara de preocupación y acariciándole la espalda suavemente.

—Debo volver a mi casa en Miami, que es donde vivo actualmente... Y a mí no me gustaría separarme de ti.—dice mirando el atardecer. Esta noticia me ha sentado como una bala en el corazón. Resulta que ya me estaba empezando a enamorar en serio de él y precisamente se tiene que ir justo ahora... Dios no me hagas esto por favor. 

—Nonono... Por favor no.—le digo apunto de sollozar pero Yatra se lanza y me besa lentamente. Yo no sabía cómo reaccionar, no sé qué hacer, qué pensar... Me acaricia suavemente el pelo y yo me voy soltando poco a poco, y me acerca más a él. Es el beso más increíble que me han dado en la vida.

No he sentido nada igual jamás, siento que estoy en las nubes, tocando las estrellas, volando, pero a la vez siento tristeza, porque Sebas se va a Miami y ya no podré verlo más.

De repente una lágrima me empieza a recorrer por toda la mejilla, él nota la lágrima y se separa un poco de mí.

—Hey preciosa, no te preocupes, nos volveremos a ver pronto...—dice él esperanzado. Después de decir eso, sus labios se vuelven a pegar a los míos. Es un beso dulce y tierno, no representa ningún tipo de deseo excepto el deseo de amar.

Entonces me separo de él, me apoyo en su hombro y él apoya su mandíbula en mi cabeza.

—Pero yo no quiero separarme de ti, no puedo, no quiero volver a pasar por lo mismo, no podré vivir sin ti.—le digo soltando algunas lágrimas. Él me besa la frente y me abraza fuertemente.

Sebas y yo decidimos quedarnos en la playa hasta muy tarde, obviamente le he dejado un mensaje a Vicky diciéndole que llegaré tarde. Yo no dejo de llorar y Sebastián no deja de darme cariños para calmarme, pero no logra animarme.

Un rato después, Yatra me lleva al apartamento, le doy un abrazo y me despido de él con lágrimas en los ojos.