Capítulo 12

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Perspectiva de Josh Namber.

Viernes 3:05 p.m.

-¿¡Hey qué te pasa, acaso no tienes ojos para ver por donde caminas, pila de mierda!?- una chica me reclama con voz firme e iracunda. Se perfectamente lo que ha ocurrido, nos habíamos llevado por delante el uno al otro.
De todas las personas que existen en este mundo, de todos los estudiantes de este instituto, justamente me tropiezo con ella, la chica mas ruda y de mal genio de toda la preparatoria. Ella lucha por recobrar la bipedestación y yo por mi parte he caído al suelo al igual que mis libros de cálculo y literatura. ¡Cielos, espero que no se hayan estropeado porque debo devolverlos tal y como me los han prestado hoy a la biblioteca!.

-¿Tiene que ser una broma? ¡Tu tampoco estabas viendo por donde caminas, así que mas respeto!- Me defiendo rápidamente, la forma vulgar en la que se refirió hacia a mí me ha despertado un sentimiento extraño que no suelo tener a muy menudo, uno que me hizo fruncir el ceño y quedar bien desorientación. Su cabello revolotea por los aires y desde acá -el suelo- la chica se ve aun más imponente que nunca, irónico porque sólo mide como 1.60 y tanto.

-¡Respeto! ¡de qué alcantarilla saliste?- espeta ella y las ganas de aventarme cualquier cosa que encontrara al alrededor suyo me asusta y hace retroceder mientras me arrastro un poco. Es aún más violenta de lo que aparenta...

Y así se fue ella, sin decir nada más, ni una disculpa u ofrecimiento a ponerme de pie, o por lo menos ayudarme a recoge mis libros aquel lunes de julio.

Desde aquel día que me tropecé con Amber en el jardín principal y luego al otro día que la taclee en el campus, no puedo dejar de pensarla.

Creo que Amber no sabía quien era yo hasta que ocurrieron estos eventos, pero vaya que yo sí sabía quien era ella. Luego, por fin tuvimos una conversación "normal" fuera del contexto de que alguno de los dos estaba en el suelo o encima del otro, y fue en el club de teatro, donde ambos somos integrantes, al parecer ella tampoco sabía que yo pertenecía a el mismo. ¿Ésta chica acaso vive en Plutón o cómo es que no se había dado cuenta de que yo siempre he estado sumamente cerca de ella? observándola, estudiándola...

Ese día me llamó "tierno" e "inocente" carcajeo tan solo de pensar que he hecho una buena carcasa, mi roll de niño perfecto y bien portado está más que sólido, soy bueno en esto... Ni ella ni nadie sabe lo que escondo bajo todo eso...

Luego metí los pies hasta el fondo del abismo cuando la agarré fuertemente de su muñeca y le exigí una respuesta sobre las marcas rojizas en su cuello... Me comporté como un idiota total al forzarla a darme una explicación, y estuvo mal, lo sé, invadí su privacidad, lo reconozco, pero no pueden culparme por preocuparme por ella, se que Amber me ve como un total desconocido pero si tan solo supiera...

Cuando vi aquellas marcas en su cuello blanco y pulcro como una porcelana, un sentimiento tan peligroso como el fuego enardeció en mí, sabía perfectamente que aquellos enrojecimientos no eran sin motivo, no estaban allí porque sí, no eran naturales y se notaban demasiado que no eran un accidente. También había una leve hinchazón en una de sus mejillas pero, no llegué a preguntarle por aquello, se podía distinguir que alguien le había provocado las marcas, potencialmente un hombre, por el grosor de dichas agresiones, todo me gritaba Siegue Perilous... Señal de advertencia.

Me enfureció desmedidamente el sólo hecho de meditar que un hombre quiso lastimarla. Todos sabemos que ella no es un pan de Dios; ella es cruel, humilla a las personas, las empuja, las insulta, se cree superior que todo el mundo...

Bueno, pensándolo bien... Creo que hasta yo la ahorcaría, sinceramente...

¡¿Qué estoy diciendo?! ¡Por el amor de Dios! me reprendo automáticamente y niego ante los puntos que uní y me llevaron a otro muy sorprendente; pudo ser cualquiera, un ex, una mala junta, un enemigo, un familiar...

My Chemical RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora