"𝐋𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐚"

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Estabas sentada esperando en una parada de autobús. Justo saliste del trabajo, más temprano que de normal. Tu cliente no apareció y simplemente decidiste ir a casa. Cobrabas bien por acostarte con ese tipo de personas, así que una mas o una menos no iba a hacer gran diferencia.

Viste que si te dabas un poco de prisa podías llegar a coger el bus de las 23:49, y así evitar pagar un taxi.

Como ya llevabas un rato esperando supusiste que el bus se retardó un poco, pero no le diste mucha importancia y te dispusiste a estudiar para el examen que tenías la mañana siguiente. Pasado un rato empezaste a preocuparte ya que el bus no aparecía y decidiste sacar el teléfono para mirar la hora y darte cuenta que marcaban las 3:33 de la mañana. Frunciste el ceño en señal de interrogación. "Puede ser que la señal satélite se haya rayado" pensaste antes de reiniciar tu teléfono, pero cuando se encendió de nuevo ni siquiera daba hora. "Se habrá roto, solo compraré uno nuevo mañana" consideraste antes de meter el teléfono en tu bolso. "Si es tan tarde debería volver al burdel y pedir un taxi, será mejor que quedarse aquí en la oscuridad" te dijiste a ti misma.

La peor parte comenzaba ahora, habías de volver por el camino oscuro que cruzaba nada y que llevaba al club escondido en el que trabajabas. Te mentalizaste a ti misma de que no había de que preocuparse, simplemente te habrías quedado dormida mientras esperabas el bus y no te habrías dado cuenta y entonces emprendiste tu camino.

Andabas un tanto rápido, no te sentías muy segura a oscuras y creíste que cuando antes llegaras al burdel, antes terminaría la pesadilla, pero andaste bastante y no te parecía ver ninguna luz, señal del club o el camino familiar siquiera y la noche empezaba a traer sonidos extraños de entre los arbustos y los arboles.

Diste media vuelta y empezaste a caminar de vuelta a la parada de autobús, en la que al menos tendrías un poco de luz, y aceleraste mas el paso. A cada que oías mas ruidos, más rápido andabas hasta que terminaste corriendo, pero no lograste regresar a la parada y ya desesperada y al borde del colapso oíste una voz. "Todavía no es hora de que te vayas" decía aquella sombra que se mezclaba con la oscuridad de la noche.

 "Todavía no es hora de que te vayas" decía aquella sombra que se mezclaba con la oscuridad de la noche

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||𝐌𝐢𝐜𝐫𝐨𝐫𝐫𝐞𝐥𝐚𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora