Mi despertador interrumpe mi sueño, como puedo llego hasta la mesita en donde esté se encuentra y lo apago.
Aquí vamos, ¿Qué día es hoy? la verdad es que no lo sé con exactitud ya que para mí todos los días son iguales, todos los días son un infierno.
Tomo mi celular que se encuentra a un lado de mi almohada y reviso si tengo algún mensaje, algo estúpido de mi parte ya que, ¿Quién me enviaría un mensaje a mí? Exacto nadie, nadie que no sea Mild, mi amigo de la infancia.
Al corroborar que no tengo ningún mensaje aprovecho para ver la fecha, al parecer hoy es lunes día que marca el inicio de una nueva semana, genial...
Me paro perezosamente de la cama y llego hasta el baño donde tomo una ducha de al menos unos 15 minutos. Me coloco la ropa que escogí la noche anterior para llevar hoy a la universidad, tomo mi mochila y me la coloco en el brazo derecho ya que este es el que duele menos después de la golpiza que me dió mi padre la tarde de ayer. Bajo las escaleras para adentrarme en la cosina donde ya se encuentra mi Nana Jasmin preparándome el desayuno, ella es una de las tantas personas que trabajan para mí padre, ella cuida de mí desde que mamá murió, desde los 5 años para ser más exacto.
- Buenos días Nana, ¿Ya está listo el desayuno? – le digo en cuento entre en su campo de visión –
- Buenos días mi niño, ya casi, dame 5 minutos más. – me dice sin darse la vuelta –
Asiento para después sentarme en una de las sillas del comedor pero al intentar recargarme de esta mi espalda duele y mi Nana se percata de ello.
- Mi niño, ¿Ya me dirás qué fue lo que pasó ayer cuando tu padre entro a tu habitación? – dice colocando el plato de comida frente a mi –
- Lo de siempre Nana, discutimos por lo de siempre. – le digo aguantando las ganas de llorar – Y volvió a golpearme como siempre, pero no te preocupes, ya no me duele tanto.
-Ay mi niño... Tal vez deberías de pensar aunque sea un poco lo que él te propone. – dice mientras se me sirve un vaso de jugo recién echo –
- Jamás Nana, jamás aceptaré lo que él me pide hacer. – protesto al recordar la plática anterior con mi padre – Por favor, ya no hablemos de eso.
- Está bien mi niño, termina tu desayuno y date prisa o llegarás tarde a la universidad. – me dice sonriendo –
Al terminar el desayuno me despido de Nana dándole un beso en la mejilla y deseándole que tenga un buen día, subo al coche que ya me espera fuera de casa y este se pone en marcha.
Mi día en la universidad pasa normal, mis clases, el almuerzo con Mild, mi entrenamiento con el equipo de fútbol, todo fue igual que siempre.
Al salir me despido de Mild y subo al coche que ya me esperaba estacionado fuera de la universidad, por la ventana veo el camino que ya me sé de memoria para llegar a mi casa y cuando falta cada vez menos, reso en mi interior por no toparme con mi padre.
¿Pero ya les había dicho que las cosas nunca salen como quiero?
Al entrar por la puerta los primeros que me reciben son los gritos de mi padre.
- Vaya, hasta que llegas. ¿Por qué rayos demoraste tanto? – me pregunta entre gritos – No me digas que te tomaste el tiempo para tener un momento caliente con el chófer, aunque si es así no me sorprendería – dice entre risas – ¡Al final siempre serás igual que tu madre!
- Deja a mi mamá descansar en paz. ¡Sí, soy gay pero eso no quiere decir que me acuesto con cualquier hombre! - le grité, la verdad no sé de donde saque valor - Ya no quiero discutir padre, por favor.
- Entonces haz caso a lo que te digo, tienes que ayudarme a cerrar el trato con este socio italiano. – suplica mientras se acerca hacia mi – Si lo haces te dejaré en paz y podrás seguir con tu estúpido sueño de estudiar fotografía.
- Ya te dije que no lo haré padre, no de esa manera en la que tú me pides. – le digo dándole la espalda –
- Entonces lárgate a tu habitación, no tienes derecho a cenar. – dice mientras me empuja – ¡Largo que no te quiero ver!
Me di la vuelta y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, cerré la puerta detrás de mí y con absoluta lentitud fuí resbalando por esta hasta quedar sentado en el suelo.
Lloré, pero no por las palabras de mi padre.
Lloré por la falta que me hacía mamá.
Me quité los zapatos, subí a mi cama, me seque las lágrimas y me tape con la cobija.
A los pocos minutos me quedé profundamente dormido, de esta forma había concluido un día más...
Aquí está el tan esperado primer capítulo, lo he publicado como autoregalo de cumpleaños, así es hoy estoy volviendome legal jaja (18 añitos<3)
Espero que les guste, estoy dando lo mejor de mi en este fic, no se olviden de dejar sus votos y comentarios, cuidense, nos leemos pronto.
🥰
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Fénix
FanfictionLuego de ser protagonistas de una hermosa historia de amor, el destino les hace saber que no todo lo bueno dura para siempre. Después de cinco años fuera Gulf regresa, pero, ¿Volvió para recuperar a su primer amor o solo para vengarse de quién le ar...