Fénix

31. Boda

2 AÑOS DESPUÉS

Observo a través del vidrio de la ventana el gran
campo de flores que tengo frente a mi, abriéndola para poder respirar ese aroma tan característico de la naturaleza.

Cierro los ojos mientras tomo una gran bocanada de aire, llenando así mis pulmones del aroma de las bellas malvas.

- Que hermoso lugar. - susurro abriendo mis ojos -

Volteo a verme al espejo que está a un lado del gran clóset que hay en la recámara, analizando el traje rojo que visto hoy, el mismo que escogió Mew para mí y es que realmente me queda mejor de lo que pensé.

Llevo mis manos hacia mi cabello que está acomodado lo mejor posible, solo para asegurarme que sigue igual de intacto que cuando lo peinó la maquillista que contrató Tul.

Antes de disponerme a salir, tomo el bálsamo de labios que descansaba en el tocador y humecto mis labios.

- ¿Cómo es posible que seas tan hermoso, pequeño? - dice Mew mientras entra en la habitación -

- Solo lo dices porque estás enamorado de mí. - contesto, sonriendo al instante por sentir sus brazos rodeando mi cintura -

- Algo hay de eso. - responde, besando la parte trasera de mi cuello -

Mi piel se eriza y sé que él se da cuenta de ello pues vuelve a hacerlo, con sus manos aprieta mi cadera y me pega más hacia él.

- Alto ahí, vaquero. - le digo, dándome la vuelta para quedar frente a él - No tenemos tiempo para eso ahora, tenemos que llegar a tiempo a la boda, soy el padrino de anillos, no lo olvides. - le recuerdo mientras arreglo su corbata -

Mew viste un elegante traje azul que va a juego con el mío, "algo de parejas", según él.

- Literalmente la boda es aquí pequeño, así que... - se detiene para besarme el cuello nuevamente - Claro que tenemos tiempo para que yo pueda demostrarte mi amor. - dice, tratando de chantajearme y hacerme caer -

- Anoche no me dejaste dormir, así que hoy ya no me molestes. - le digo, apretándole la nariz como si de un niño pequeño se tratase -

Salgo de la habitación sin esperar su respuesta y me dirijo hacia la habitación donde está Becky con mi Nana.

- ¡Dada! - grita eufórica en cuanto me ve entrar -

- Hola princesa, pero mira que hermosa estás. - le digo, dándole una vuelta para apreciar mejor el vestido que hemos escogido para ella -

Hace unos días regresamos a aquella boutique a la que fuimos con Malai cuando recién llegamos. No nos tomó mucho tiempo encontrar el vestido que mi princesa usaría hoy, cuando ví a Mew venir con ese gran vestido color azul cielo, lleno de piedras plateadas y mariposas, lo supe.

Ese era el vestido ideal para mi princesa.

- Dada es un príncipe. - me susurra, tapándose la carita en cuando deja de hablar -

- Y he venido por mi princesa. - le digo, dándole muchos besitos en su carita -

- ¿Para mí no hay besos? - dice Mew, entrando en la habitación mientras hace pucheros -

- Mewmew, anoche te presté a dada mucho tiempo. - responde mi princesa - Hoy es mío, ¿Verdad Dada?

- Claro que sí princesa. - le digo, volviendo a besar su mejilla - Vamos Mew, no seas dramático. - le digo, al ver sus ojos cristalizarse por escuchar a Becky decir que soy de ella -