23. Complicaciones

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Sabía que si me desviaba un poco de mi objetivo todo se iba a ir completamente al carajo.

Y supe que estaba absolutamente jodido cuando me desperté en la madruga entre sus brazos.

Lo ví durmiendo plácidamente e iba a despertarlo para decirle que me siguiera follando, que se siguiera enterrando en mi, que no quería separarme de él. Pero sabía que tenía personas esperando por mi en casa, así que tome mi ropa, me vestí lo más rápido que pude y salí de su casa.

No voy a negar que tenerlo entre mis piernas mientras embestía en mí me hizo sentir en el puto cielo, pero eso simplemente lo había complicado todo.

Desde ese día no he podido sacarlo de mi cabeza, exactamente desde hace una semana, la cara de exitación de Mew es lo primero que pienso al despertar y lo último que pienso antes de dormir.

Pero, ¿Cómo podría culparlo a él? Si fui yo mismo quien jodió todo, yo mismo rompí mis reglas y yo mismo estropee mis planes.

Por eso ahora me encuentro aquí, metido en mi maldito despacho tratando de salvar los negocios que hice con los socios de mi padre.

— ¿Qué mierda es lo que está mal? – digo en voz alta, como si la respuesta fuera a venir de algún lado –

— Tal vez tu padre no te comento que está en banca rota, que se ha endeudado con mafiosos de bajo rango y que ahora por eso nadie quiere hacer negocios con él. – dice Tul tomando asiento en la silla frente a mi –

— ¿Cómo rayos entraste? ¿Y cómo es que sabes eso? – le pregunto irritado ya que desde que desperté he traído un fuerte dolor de cabeza –

— Gulf seré sincero contigo. – dice hablándome de una manera tan seria que me asusta – No sé que es lo que este pasado contigo, desde aquella cena con Mew has estado muy distraído. – dice mirándome directo a los ojos y yo solo puedo desviar la mirada –

— Eso no es cierto. – le digo tratando de defenderme –

— ¿Qué no es cierto? Bueno, entonces explícame porque no te molestaste en investigar como era la situación financiera de tu padre, o mejor dime cómo es que no te diste cuenta cuando entre aquí si siempre has tenido cuidado con tu espacio personal. – dice sonriendo y eso hace que mi mal humor aumente – Que yo recuerde siempre reaccionas al más mínimo ruido, dime Gulf, ¿Dónde está el arma que siempre cargas contigo?

Y esa última pregunta es la que me devuelve a la realidad, el arma... ¿Dónde rayos la deje?

— Está en mi habitación, no la traigo conmigo porque hoy estaré en casa todo el día. – miento, no me puedo permitir quedar como un idiota delante de mi primo –

— ¿Estás seguro o la dejaste en casa de Mew? – su pregunta me descoloca por completo y sé que él lo nota – Toma. – dice mientras empuja el arma especial que mandé a diseñar para mí, sobre mi escritorio – Escucha Gulf, está bien estar enamorados pero en este negocio sabes que eso es un arma de doble filo.

— Mis asuntos personales no te incumben Tul, así que mantente al margen. – le digo y tomo el arma para guardarla en la parte trasera de mi pantalón –

— Sabía que dirías eso... – dice soltando un suspiro – Pero no vine aquí para regañarte, si no para decirte que estamos teniendo muchas complicaciones en los negocios últimamente.

— Te escucho... – le digo para que continúe, algo en mi pecho me dice que nada bueno está por salir de la boca de Tul –

— Empezemos por la empresa de tu querido amor, he notado que algunos de los accionistas están haciendo un uso raro de su poder. – dice mientras se pone cómodo en la silla – Están corriendo rumores por la empresa de que el Jefe, osea Mew, bajo la guardia y están usando las acciones para lavar dinero y traficar droga por medio de los aparatos electrónicos que se fabrican ahí.

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