28. Obscuridad

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Maratón 3/3 <3

Mis piernas amenazan con dejar de sostenerme, mis manos sudan de manera desenfrenada, mi corazón late como loco y mi cabeza duele.

¿Cómo pudo hacerme esto?

Ella juro protegerme, cuidarme y ayudarme a sanar...

— Gulf, yo... – dice Malai, sacándome de mis pensamientos – Enserio lo siento, perdóname Gulf.

Llevo mi vista hacia ella y su rostro empapado en lágrimas me hace saber que está arrepentida, aún sabiendo que ella misma eligió faltar a sus promesas.

— ¿Por qué Mai? ¿Qué fue lo que pasó? – le pregunto, dolido por su traición, tratando de entender que fue lo que no le dí –

— Malai sigue siendo esa niña estúpida que trabajaba en aquel burdel, nada a cambiado Gulf. – dice Khalan con sorna –

— ¿Dónde está la niña? – susurro, ignorando lo antes dicho por ese cabron –

Malai conecta su mirada con la mía, su boca se abre pero no dice nada. El miedo me invade de nuevo y las ganas de vomitar se hacen más fuertes. Es entonces cuando la mirada de Khalan va de Mai a mi en repetidas ocasiones, casi exigiendo con ese solo gesto saber que pasa.

Dejo de verla a ella y le presto atención a él, es ahí cuando parece entender lo que pasa.

— No me digas que... – dice antes de que una bala atraviese su brazo derecho, interrumpiendo sus palabras y haciendo que suelte el arma que hace unos minutos sostenía  –

Cubro a Mew con mi cuerpo, aún cuando él claramente es más grande que yo. Tomo su mano para salir corriendo y lo llevo hacia una de las esquinas de la bodega.

“Esa será el punto ciego, ahí debes de colocarte en cuanto yo entre. ¿Entendiste?”, esas fueron las palabras de Off mientras repasamos el plan.

Ahora ya no importaba si no tenía dónde esconderme cuando todo se complicara. Estoy cansado de huir, es hora de que luche por los que amo porque este hijo de puta no volverá a joderme la felicidad.

— Quédate aquí Mew, no salgas hasta que yo venga por ti. – le ordeno haciéndole señas para que se acuclille mientras tomo un pedazo de cartón que está cerca para taparlo –

— Déjame ayudarte Gulf, déjame protegerte. – me ruega, tomando mi cara entre sus manos –

Nuestras miradas se funden, me pierdo en sus ojos color café sin poder pronunciar una sola palabra. Él nota mi silencio y es entonces cuando me besa. Un beso cálido y reconfortante que me hace entender que nada en él ha cambiado, que me sigue amando como hace 5 años y que está dispuesto a todo por mi.

Y yo quiero hacer todo por él. Pienso, mientras me pongo de pie y corro de nuevo hacia donde se encuentra Tul y mi tío Phom, que están escondidos tras unos contenedores de metal.

Las puertas de la bodega vuelven a abrirse y dejan ver a un Off totalmente loco con un AK-47 en mano, disparando en dirección a los hombres de Khalan.

— ¡ESTO ES JODIDAMENTE DIVERTIDO! – grita, viendo como huyen los hombres que lograron sobrevivir –

Off detiene su espectáculo, no hay más hombres, no hay contra quienes pelear.

O al menos ellos no. Me digo a mi mismo, en cuanto localizo a Khalan, del otro lado de la bodega, escondido tras unas cajas.

— Muy bien Khalan, esto es entre tú y yo, sal. – digo en voz alta, saliendo de mi escondite –

— Eres un maldito hijo de perra. – dice saliendo de dónde estaba –

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