Rebelde way y tu (Pablo Bustamante)

Cap. 24

Narrador omnisciente.

Mía: ¡Bueno, pero Manuel va a volver! (Dijo más para ella que para los demás) ¿Porque no nos ponemos a ensayar?

Pablo: No, no es bueno, no es bueno ensayar hasta que no se aclare lo de Manuel.

Luz: ¿Que? Acá no hay nada que aclarar, el es inocente ¿O acaso vos pensas que el es culpable? (Preguntó parándose del sofá)

Pablo: ¡No, no pienso eso! Pero no me parece bien salir a tocar con un integrante sospechado por la justicia.

Después de eso todos se fueron al colegio. Laura, Lujan y Marizza estaban viendo el tema de las rifas en el pasillo hasta que Luz paso por ahí y Marizza la vio.

Marizza: Me esperan acá chicas, tengo que hacer algo urgente, no empiecen sin mi (dijo ya yéndose)

Lujan/Laura: Bueno/si.

Marizza se dirigió hacia Luz y sin que ella se diera cuenta la metió en un aula.

Luz: ¡¿Que haces nena?!

Marizza: Quiero hablar contigo.

Luz: Bueno, pero yo no quiero hablar contigo (le dió una sonrisa falsa y se dirigió hacia la puerta, pero Marizza le impidió el paso)

Marizza: ¡Me importa un pomelo que no quieras hablar conmigo! Te vas a quedar acá y me vas a escuchar.

Luz: Mira nena, vos no sos nadie para decirme lo que tengo que hacer (volvió a intentar salir, pero fracasó)

Marizza: Uno, no soy nadie, soy tu hermana (dijo empezando a enumerar con los dedos) y dos ya te dije que me importa un pomelo que no quieras, te vas a sentar quieras o no (Acto seguido le empujó a Luz haciendo qué se sentará en la silla obligadamente)

Luz: ¡Para empezar ya no sos mi hermana! (Empezó a alzar la voz ya que nunca le gustó que le manden, ni siquiera Sonia podía mandarle a ella, pero ella no imagino que esas simples palabras le dolieran tanto a la persona que tenía en frente ahora mismo, pero antes de que Luz pudiera decir algo más Marizza la interrumpió)

Narra Luz.

Marizza: Mira, yo no te podía decir nada por miedo a que te fueras, y porque yo no era la que te debía decir las cosas era Pablo, era el el te debía de decir la verdad no yo (La mire por un rato sabiendo que tenía razón, pero aún así no podía evitar que me doliera que Marizza me hubiera ocultado eso, así que respire para tranquilizarme más y comienzo a hablar)

Luz: Aún así yo confiaba en vos Marizza, también en Laura, Luján, Rocco, Manuel, Mía y hasta en Pablo, pero la que más me dolió después de Pablo fuiste vos ¿Que paso de nuestra promesa que contarnos todo por más doloroso que fuera? ¿Que paso con protegernos, pero nunca ocultarnos nada? ¿Dónde quedó eso? (Dije recordando las promesas que hicimos y sin darme cuenta estaba lagrimeando)

Odiaba eso de mi, que siempre lloraba por estrés o por cosas que recordaba de antes, por más que pareciera que no me importara nada, la realidad es muy diferente.

Marizza: Por protegerte no te dije nada, tenía miedo Luz, tenía miedo de que te lastimaras, tenía miedo de que te fueras, de que me dejaras otra vez, pero esta vez para siempre, perdón si no cumplí nuestra promesa, pero vos tampoco lo hiciste o decime ¿Dónde estabas cuando te necesite? Ah si, estabas felizmente en Los Angeles.

Yo solo la mire, no tenía palabras para defenderme, siempre las tengo, pero cuando se trata de ella siempre intento ser más comprensiva, al fin de todo, aunque hace unos segundos lo negué, ella es mi hermana y más que eso, ella es mi persona.

Y tal vez si tenía razón, yo la dejé, yo también rompí nuestra promesa.

Luz: Perdón... (Dije casi inaudible, pero se que ella me escuchó, no es muy frecuente de mi decir eso, siempre me gusta tener razón, pero tengo que reconocer cuando me equivoco) yo no quería que te sintieras así, pero también me tenés que entenderme, pase por muchas cosas difíciles acá, tenía que despejarme.

Marizza: Te entiendo, pero así como yo te comprendo a vos, vos tenés que hacer lo mismo conmigo, yo no podía decirte lo de Pablo, era el, el que debía hacerlo.

Luz: Te juro que estoy intentando comprenderte Marizza, pero aún sigue ahí ese recuerdo de la conversación que escuche, vos me conoces, y sabes lo que pasa cuando traicionan mi confianza, pero por vos puedo hacer el intento, no te puedo tener la confianza al 100% como antes, pero te perdono Marizza y perdóname vos también.

Marizza: Yo sé que vos sos muchísimo más cabeza dura que mamá o yo, pero se que vas a volver a confiar en mi, y yo no te tengo que perdonar en nada.

En eso Marizza me abraza, admito que no me gustan los abrazos, pero por ella me aguanto todo, no saben lo que le extrañe.

Marizza: Ah y me tenés que ayudar con mi campaña y la venta de rifas (dijo ya con una sonrisa emocionada)

Luz: Claro, ahora estoy 100% de tu lado (me reí y pase mi mano por mi cara para secar las lágrimas)

Salimos del aula y nos encontramos con las chicas en el pasillo.

Las chicas me miraron con una cara triste.

Laura: Luz... perdón, enserio.

Lujan: Si... Yo también te quería pedir perdón.

Luz: Las perdono (dije con una sonrisa) pero todavía no les puedo dar mi completa confianza.

Laura: Gracias (en eso me da un abrazo, pero no duro mucho ya que ella sabe que no me gusta tanto los abrazos) y no te preocupes yo voy a hacer que vuelvas a confiar en nosotras.

Luz: Bueno, ahora ya no hablemos de eso y empezemos con el tema de las rifas.

Acordamos que teníamos que vender todo y que en una hora volvíamos a encontrarnos acá en el pasillo, hicimos nuestro saludo y fuimos a vender.

Al final pude vender todo y me fui emocionada en el pasillo, ahí me encontré con las demás, diciendo que también pudieron vender todo.

Marizza: Bueno ¡En media hora se sortea el cuatriciclo! (Dijo muy emocionada, la mire con una sonrisa) ¡Vamos! (Ella empezó a caminar y nosotras la seguimos)

Gracias por leer esta historia y perdón por no actualizar de seguido.