Capítulo 2.

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Me levanté a regañadientes, realmente estaba agotada. Este es uno de mis peores días.

Me duché y bajé suponiendo que esta vez si me darían mi desayuno.

Efectivamente, hoy tampoco iba a desayunar.

—Buenos días—Dije fingiendo alegría, lo que menos quería es que mi hermana se preocupara.

—Na-Bi, ¿Sabias que las ballenas pueden pesar hasta mil toneladas?—Dijo alegre.

—Pero que interesante, vamos. Cuéntame más, si que es interesante—Dije sentandome a su lado.

Realmente no me interesa llegar tarde, primero es mi hermana y por último soy yo.

Al acabar mi hermana el desayuno nos fuimos al trabajo, caminábamos mientras ella me contaba sobre ballenas.

Realmente es interesante.

Al llegar a nuestro trabajo yo fui hacia el despacho del abogado Jung, allí pude ver a dos abogados más y a Junho.

Hice una reverencia adentrandome, ellos a sintieron en forma de saludo.

—Lamento la tardanza—Dije sonrojada, había llegado tarde.

Hice una reverencia, el abogado Jung hizo una seña para que me sentara.

Me senté al lado del abogado Know, ya que la abogada Choi fue rápidamente a sentarse junto al abogado Lee.

Empezaron a hablar sobre un caso, una señora había agredido y asesinado a su esposo.

—Abojado Lee y abogada Woo, hablaran con la acusada—Dijo el abogado Jung.

Nosotros a sentimos rápidamente, la abogada Choi abrió su boca ofendida, pero luego la cerró pensando.

—Disculpe, abogado Jung. ¿Por qué este caso para ella? Digo, recibe ayer vino. Es toda una novata, no sabe lo que hará—Dijo.

—Hará ese caso, se pueden retirar—Dijo.

Yo asentí sonriendo agradecidamente.

Al salir del despacho sentí un brazo agarrando mi mano, yo voltee rápidamente.

—Disculpe por haberla asustado, pero le venía a preguntar si le gustaría almorzar conmigo—Dijo.

—Disculpeme, abogado Lee. Pero no traje dinero—Dije avergonzada.

—Tranquila, yo invito—Dijo sonriendo.

Mi corazón se aceleró al ver su sonrisa, tan lindo y amable. Todo lo que una chica desea en persona.

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—Rescaté a un conejo—Dije después del silencio.

Junho fijó su mirada en mi, sonrió levemente asintiendo.

—¿Si? Y dime, como lo rescataste?—Dijo prestando atención.

Es la primera vez que alguien me presta atención, que a alguien le importa lo que digo.

Sonreí feliz ante lo dicho, asentí con una sonrisa.

—Uhm, una vecina lo tenía en peximo estado. El pequeño no comida y estaba muy delgado—Hice una mueca.

El me miró desconcertado.

—Tranquilo, ya está bien. Estaba desnutrido, ¿Quieres verlo? Aquí tengo fotografías—Dije mostrándole mi celular.

El asintió con una leve sonrisa, al verlo sus ojos se iluminaron.

—Si quieres puedes conocerlo, dime cualquier día—Dije.

Abogada extraordinaria   |Junho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora