Capítulo 6.

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Había pasado unos días desde lo sucedido, nuestra relación de amistad no iba tan bien que digamos.

Me había dejado de lado por estar al lado de Young-Woo, mi hermana. Pero no lo culpo, ella es mas importarte que yo; ella es hermosa.

Me acomodé mi pequeña corbata, tenía que quedar con  Junho, me había invitado a cenar.

Sonreí poniendo tinta a mis labios, no estaba segura de ir ya que sentía un mal presentimiento.

No me gusta mi atuendo, simplemente quiero gustarle, aunque el le interese mi hermana.

Salí del departamento para ir hacia el restaurante.

Al llegar al destino, hice una mueca. No estábamos solos, estaba mi hermana allí.

"No te citaría para algo de ustedes, tonta"

Camine mostrando una falsa sonrisa, al llegar el sonrió levemente.
Mi hermana me vio, simplemente no sonrió pero se acomodó en su asiento.

—Lamento la tardanza—Dije.

—Tranquila—Dijo, luego retomó lo que hablaba con Young-Woo.

Hice una mueca al ver que no me incluía en la conversación, solo estaba ocupanyo espacio, solo estorbo aquí.

El al verme incomoda tosio falsamente.

—Uhm, si quieres puedes pedir algo—Dijo sonriendo.

Yo asentí, vi la carta de recomendación; pero de nuevo escuché que ellos dos hablaban.

Asentí sabiendo que iba a pedir.

Yo solo sobro aquí.

—Ehm, ya es momento de irme—Dije.

—¿Que? Pero si apenas acabas de rebien llegar, vamos, quedate un momento más—Dijo sonriendo amable.

Yo negue sintiendo mis ojos picar, las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

—¿Sucede algo?—Dijo preocupado.

Young-Woo solo acomodaba la servilleta, no dándole importancia a lo sucedido.

—Es hora de irme, los veo mañana en le trabajo—Dije.

Salí del restaurante sin importar los llamados, solté sollozos al ya estar lo suficientemente lejos del restaurante.

¿Por qué nunca soy yo?

Fui a mi departamento, prendí la luz de aquel lugar y cerré la puerta.

Estoy completamente sola, siempre que iba en un lugar solo yo estorbaba, solo yo ocupaba.

Séntia que me ahogaba, rápidamente fui a abrir las ventanas respirando el aire fresco.

No estoy bien, eso ya lo sabia; pero me duele ver que eso a nadie le importe.

Veía desde mi departamento a unas cuantas parejas de novios pasar, completamente felices. Los envidiaba, porque ellos sí se podían sentir amados.

Solamente quiero a alguien que me quiera, que me diga que todo estaría bien. Solo quiero sentirme amada aunque sea un momento.

¿Junho me quiere? No, ni siquiera le importo, ni siquiera correspondería al beso que tanto ansío.

He actuado como una chica grande cuando fui una niña, preocupándome por los demás así descuidando mi maldita vida.

Me descuido por cuidar a los demás, ni siquiera sabía si ellos apreciaban eso.

Haciendo eso nadie me quiere, aún así a nadie le agrado; aún así no se como se siente el cariño de un padre, o de un novio.

No siquiera se que es el cariño, nunca había recibido uno.

Si en este momento me quitara la vida sé que a nadie le importaría, ni siquiera nadie me salvaría. Solamente sería yo y mi muerte, simplemente yo y la vergüenza.

Esta sensación de nostalgia es realmente deprimente, me siento agotada y con ganas de morirme justo ahora.

Nadie estaba escuchando mis gritos de ayuda, nadie le importaba.

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Abrí mis ojos lentamente, me dolía mi brazo, me dolía todo.

El sonido de mi celular se hacía presente, alguien estaba llamando.

Veía la venda en mi brazo, los cortes ya eran presentes en mi cuerpo.

Contesté, era Junho.

—Buenos días—Dije lentamente.

—Buenos días, Na-Bi. Uhm, ayer no pude despedirme de ti, lamento lo que ocurrió, fui completamente grosero y te pido mil disculpas—Dijo.

Lo sé, es muy temprano para llorar pero no puedo evitarlo.

—Oh, no pasa nada. Estoy acostumbrada a eso—Eso quise decir.

—Tranquilo, no te preocupes—Dije.

—E-Estoy fuera de tu departamento, me dijeron donde vivías y pues estoy afuera con el desayuno, pedí mi día libre para estar acompañado de ti—Dijo.

Me habían dado mi día libre, y el solo quiere pasarla conmigo.

—Uhm,si. Ahora mismo voy—Dije.

Me pude un abrigo así para tapar aquella herida causada por mi.

Al abrirle la puerta sonreí, traía un delicioso desayuno en brazos.

Lo deje pasar así para que pudiera el desayuno en la mesilla, cerré la puerta.

—Buenos días, pero si hace calor, no es para que estés con un abrigo—Dijo mirándome con una sonrisa leve.

Mi corazón empezó a latir, se había fijado en mi.

¿Le importo?

—Ven, déjame ayudarte a quitar el abrigo, te puede dar fiebre—Dijo ayudándome a quitar el abrigo.

Su rostro fue de pánico al ver una venda en mi brazo, me miró asustado esperando una explicacion.

—Me lastime por casualidad, no te alarmes—Dije.

—¿Te duele, estás bien?—Dijo revisando mi brazo.

¿Acaso le importo?

—¿Te importo?—Dije, sintiendo que mi corazón explotaría de la emoción.

—Claro que me importas, eres mi amiga—Dijo.

Oh, soy su amiga..

...

Abogada extraordinaria   |Junho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora