12. (últimos Capítulos)

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Caso creado por mi.

¿Que somos?

No lo sabía.

Nos damos besos, nos quedamos algunas noches viendo lo hermosas que son las estrellas;nos quedamos viendo el amanecer.

Pero, no sabía que éramos ya que el nunca lo menciona, siempre cambia de tema.

Suspiré, ¿que pasaría si le mencionara esto? ¿Acaso lo molestaría?

Quiero caminar todas las noches que nos vemos agarrados de manos, decirle "Cariño" cada vez que quiera.

Pero no podía, no éramos algo.

Daría lo mejor de mi si estuviéramos juntos, el sería mi único amor.

Suspiré levantandome de mi tranquila noche de sueño.

Vi la hora, di un chillido. Ya están a dos minutos tarde.

Fui a toda prisa hacia el baño así para ducharme, lavarme los dientes y mi rostro.

Al ya salir en diez minutos fui a vestirme, una simple ropa de trabajo y ya.

Suspiré poniendome un labial rosa, y un poco de rubor en mi pálida piel.

Con toda la prisa del mundo me fui a paso rápido de mi casa, antes de irme hice una reverencia hacia mi padre y hacía mi hermana. Esta tenía turno tarde.

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Al ya llegar completamente agitada y cansada hice una reverencia en forma de respeto.

—Lamento la tardanza—Dije, ahora ya completamente sonrojada, estiy segura que parezco un payaso por lo roja que estaré.

—Veinticinco minutos—Dijo el abogado Jung.

—Lo lamento—Dije avergonzada.

—Toma asiento—Dijo, yo asentí con una media sonrisa.

Al menos esto sería bueno, o no lo se.

...

Había un nuevo caso, un chico había denunciado a sus padres de haberlo maltratado toda su infancia, adolescencia y presencia.

Pero sus padres negaban haberlo hecho.

Ya habíamos hablado con él demandante y habíamos visto como eran los demandados con su hijo.

Osea, vi el trato de sus padres había su hijo.
Ese trato no es bueno, ya lo sabia.




...





Ya estábamos en el juzgado, es hora de defender al inocente, a mi cliente.

—Buenas tardes—Dije dirigiéndome al juez, con una reverencia.

El abogado de los demandados había hablado, ahora me tocaba a mí.

—Aquí estan las pruebas que mi cliente fue agredido por.. Ellos—Dije mostrándole el video.

En ese video la vecina de mi cliente había grabado como ellos lo agredan verbalmente y físicamente.

El pequeño gritaba para que pararán pero ellos hacian caso omiso.

El juez paró el video, mirando a los demandados.

—No somos nosotros—Dijo el padre levantándose del asiento.

El demandante soltó un sollozo abrazando a su abuela.

...

Habíamos ganado el caso, fue en tan poco tiempo la obviedad.

El cliente nos había agradecido por haberlo defendido, por haberlo hecho estar en paz.

Sonreí ante el recuerdo.

—Na-Bi—Esa es la voz de Junho.

Sonreí volteando a verlo.

—Junho—Dije, mirándolo con adoración.

—¿Quieres venir a cenar conmigo? Digo, para que pasemos tiempo.. Bueno, solo si tu quieres—Dijo nervioso.

Yo asentí con rapidez, mirándolo como si fuera la última rosa en este mundo.

—Si, ¿puede ser saliendo del trabajo?—Dije sonrojada.

El asintió—Si, te esperaré si tardas—Dijo.

Asentí, esperando ese momento con toda esperanza que saliera bien.


.


Al salir de mi despacho fui hacia la salida principal, allí pude verlo conversando con alguna chica fuera de la empresa.

Ella venía con una bolsa de lana color algo amarilla.

No quiero volver a caer en mis inseguridades, no quería.

Suspiré poniendo mi mejor sonrisa, sabiendo que lo estaba haciendo bien caminé con seguridad hacia la dirección de ellos.

—Junho—Dije tocando su hombro.

El me miró, sonrió levemente.

—Na-Bi, te presento a mi amiga, su nombre es Samy—Dijo, ella me miró analizandome de pies a cabeza.

—Buenas noches—Dije, no quería hacer una reverencia al tener su mirada grosera en mi.

Si ella no me respetaba, ¿por qué yo lo haría?

—Junho me dijo que iban a cenar, ¿pero ahora está comida? Te lo traje con mucho cariño—Dijo aquella chica de nombre "Samy". Haciendo un estúpido puchero.

Carraspee incómoda.

—Uhm, pero lo puedo comer mañana—Dijo Junho, intentando no ser grosero.

—Hasta mañana se malogrará, vamos, te lo hice con cariño—Dijo volviendo hacer un puchero.

—El no lo desea—Dije seriamente.

Ella me miró borrando su sonrisa estúpida, haciéndome una mueca.

—Nadie te está hablando a ti—Dijo mirándome con desagrado.

Suspiré.

—Samy, te lo agradezco pero yo-—Dijo, pero lo interrumpió.

—Bien, entiendo—Dijo cabizbaja.

Junho me miró arrepentido.

—¿Que comida es? Muero de hambre—Dijo.

Agarre su brazo, mirándolo con seriedad. El negó forzando una sonrisa.

—Es sushi—Dijo chillando.

—Junho.. —Dije.

—Iremos mañana, lo prometo—Dijo, haciendo una mueca.

Junho quería llorar de arrepentimiento.

—Largo—Me dijo Samy.

Mire a Junho esperando que dijera algo, pero solo negó mirándome con tristeza.

Asentí mirándolo con enojo, ¿por qué yo nunca soy su opción?
Quizá soy muy egoísta para entender.

..

Caminaba sollozando, nunca sería nada para el.

Nunca sería su maldita opción porque siempre serían ellas.

¿Por qué nunca yo?

Sentí una mano en mi hombro, haciendo que soltase un chillido del susto.

Era Minwoo.

Sonreí abrazándolo, sollozando en su hombro.
Sus brazos rodeando mi cintura, apegándome a él.

—Nunca seré una opción—Dije sollozando.

—Tranquila—Decía, entre susurros.

—Minwoo—Dije sollozando.

—Pará mí siempre serás mi única opción—Decía.

¿Opción..?

Abogada extraordinaria   |Junho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora